El sistema de transporte público Metrobús desempeña un papel crucial en la vida cotidiana de millones de personas en Ciudad de México. Este servicio, que abarca siete líneas principales y conecta distintas zonas estratégicas de la ciudad, es utilizado por más de 22 millones de pasajeros anuales. Desde su inauguración en el año 2005, ha revolucionado la manera en que los habitantes se desplazan en una urbe tan extensa y concurrida. Cada línea posee características únicas, como colores distintivos y recorridos específicos que suman un total de 125 kilómetros cubiertos y 283 estaciones disponibles.

La eficiencia del Metrobús radica en su capacidad para adaptarse a las necesidades de sus usuarios. Ofrece diferentes tipos de autobuses dependiendo de la demanda en cada línea. Por ejemplo, los biarticulados son ideales para transportar grandes grupos de pasajeros con su capacidad para albergar hasta 240 personas, mientras que los vehículos de doble piso utilizados en ciertas rutas ofrecen un servicio más exclusivo. Además, cuenta con tarifas accesibles, donde el costo básico es de $6.00 pesos, aunque existen excepciones como el trayecto especial de San Lázaro a las terminales del aeropuerto con un precio de $30.00 pesos. También destaca por facilitar transbordos gratuitos dentro de las primeras dos horas desde el ingreso al sistema.

Un aspecto importante del Metrobús es su inclusividad social. Los adultos mayores de 70 años, personas con discapacidad y niños menores de cinco años disfrutan de este servicio sin costo alguno. Para garantizar comodidad y facilidad en los pagos, ofrece múltiples métodos de pago, incluyendo tarjetas electrónicas como la "Movilidad Integrada" y sistemas digitales modernos. Su horario amplio, operando desde tempranas horas de la mañana hasta altas horas de la noche, asegura que los usuarios puedan planificar sus viajes con flexibilidad. En definitiva, el Metrobús no solo es un medio de transporte, sino también un símbolo de progreso urbano y equidad social.