La presidenta mexicana, Claudia Sheinbaum Pardo, reveló que el gobierno no ha recibido información oficial sobre la supuesta entrega de Griselda López Pérez a las autoridades estadounidenses. Según medios, esta exesposa de Joaquín "El Chapo" Guzmán se habría presentado voluntariamente ante el FBI en mayo. Sin embargo, México aún espera datos claros tanto de Estados Unidos como de sus propias agencias legales. Este caso ha generado debates sobre posibles acuerdos judiciales entre ambas naciones.
Por otro lado, la falta de comunicación oficial desde Washington genera incertidumbre respecto a los motivos reales detrás del traslado de López Pérez y su familia. Esto incluye cuestionamientos sobre cómo podría impactar esto en el proceso legal de Ovidio Guzmán, extraditado recientemente a Estados Unidos, así como en la cooperación futura entre ambos países contra el crimen organizado.
Hasta ahora, las fuentes oficiales en México carecen de detalles concretos sobre la presunta entrega de Griselda López Pérez al FBI. La mandataria nacional confirmó que toda la información proviene únicamente de informes periodísticos sin respaldo oficial. Este vacío informativo refleja una desconexión preocupante entre ambos gobiernos, especialmente cuando se trata de casos tan sensibles ligados al narcotráfico.
Los reportes sugieren que López Pérez cruzó la frontera el pasado 9 de mayo y entregó voluntariamente su persona a las autoridades federales de Estados Unidos. Aunque este hecho ha sido ampliamente difundido por los medios, ni México ni Estados Unidos han proporcionado declaraciones formales o documentos que verifiquen dicha versión. Esta ausencia de transparencia alimenta rumores sobre acuerdos clandestinos relacionados con procesos judiciales pendientes en territorio norteamericano. La presidenta subrayó que cualquier avance en este asunto debe ser comunicado directamente por las partes involucradas para evitar especulaciones infundadas.
El caso de Griselda López Pérez pone bajo escrutinio la relación bilateral entre México y Estados Unidos en materia de justicia penal. Es fundamental que ambas naciones trabajen juntas para esclarecer los hechos y garantizar que todos los procedimientos legales sean transparentes y equitativos. Esto no solo afecta al proceso judicial de Ovidio Guzmán, sino también a otros miembros del Cártel de Sinaloa.
Desde una perspectiva más amplia, este caso podría sentar precedentes importantes en la lucha contra el crimen organizado internacional. Si bien existe la posibilidad de que López Pérez haya alcanzado un acuerdo judicial con Estados Unidos, esto plantea interrogantes sobre cómo se manejarán futuros casos similares. Además, resalta la necesidad de fortalecer canales de comunicación entre instituciones como la Fiscalía General de la República (FGR) y el Departamento de Justicia de Estados Unidos. Para avanzar hacia una mayor cooperación efectiva, será crucial que ambas partes compartan información relevante y mantengan un diálogo abierto sobre temas de seguridad común.