Un nuevo episodio ha sacudido al Departamento de Defensa de Estados Unidos tras revelarse que Pete Hegseth, secretario de Defensa, compartió información militar confidencial en una aplicación de mensajería con familiares y su abogado personal. Este caso surge semanas después del controvertido "Signalgate", donde funcionarios intercambiaron datos sensibles sobre bombardeos en Yemen en un chat que accidentalmente incluía a un periodista. Ahora, nuevas investigaciones indican que Hegseth creó otro grupo privado donde divulgó detalles sobre operaciones militares utilizando su teléfono personal. Esta situación ha desatado críticas internas y llevado a la remoción de varios asesores clave.
El pasado mes de marzo, el escándalo conocido como "Signalgate" puso bajo el foco las prácticas de seguridad dentro del gobierno estadounidense. En ese entonces, un error técnico permitió que un periodista tuviera acceso a conversaciones sobre ataques contra los rebeldes hutíes en Yemen. Sin embargo, esta vez, las acusaciones apuntan directamente a Hegseth, quien utilizó Signal para discutir horarios de vuelo de aviones militares con un pequeño círculo de personas cercanas. Entre ellas estaban su esposa Jennifer, exproductora de Fox News, su hermano Phil y su abogado Tim Parlatore. Curiosamente, tanto su hermano como su abogado mantienen vínculos profesionales con el sector defensivo.
Según fuentes citadas por The New York Times, este segundo chat incluyó aproximadamente diez participantes, todos relacionados con el entorno personal o profesional de Hegseth. La preocupación radica no solo en el contenido compartido, sino también en el hecho de que se haya utilizado un dispositivo móvil privado en lugar de uno gubernamental. Este incidente ha generado dudas sobre la capacidad del Departamento de Defensa para gestionar adecuadamente la información sensible.
En respuesta a estos desarrollos, tres asesores del Departamento de Defensa han sido suspendidos administrativamente, mientras otros tres miembros del Consejo de Seguridad Nacional fueron despedidos. En una carta publicada recientemente, los asesores Dan Caldwell, Darin Selnick y Colin Carroll defendieron su trayectoria profesional y cuestionaron las razones detrás de las investigaciones en curso. Aseguraron que siempre priorizaron la seguridad nacional, pero lamentaron la falta de claridad respecto a las acusaciones específicas en su contra.
La controversia ha exacerbado tensiones internas dentro del Pentágono. John Ullyot, ex portavoz del departamento, renunció recientemente y escribió un artículo criticando lo que describió como un "mes de caos total". Según él, las decisiones tomadas bajo la supervisión de Hegseth han resultado en una "purga" de empleados clave, lo que podría afectar negativamente la eficiencia operativa del gobierno en temas de defensa.
Este último capítulo refuerza la necesidad de reevaluar las políticas de comunicación y manejo de información confidencial dentro del gobierno federal. Mientras tanto, sigue siendo incierto cómo estas revelaciones impactarán la reputación del Pentágono y si habrá consecuencias adicionales para los involucrados.