En un desarrollo relacionado con las disidencias del conflicto colombiano, el ministro de Defensa, Pedro Sánchez, ha declarado que no existe certeza sobre si Luciano Marín Arango, conocido como ‘Iván Márquez’, se encuentra con vida o ha fallecido. A lo largo de los años, diversas informaciones han surgido acerca de este líder disidente, incluyendo rumores sobre su muerte tras ataques militares y desmentidos oficiales por parte del gobierno.
En medio de la incertidumbre sobre el estado de ‘Iván Márquez’, una figura clave en las disidencias surgidas tras la firma del acuerdo de paz en 2016, surgió una nueva facción denominada "Coordinadora Nacional del Ejército Bolivariano". Este grupo surge después de una fractura dentro de la Segunda Marquetalia, cuestionando aún más el liderazgo y la estructura de estas organizaciones armadas ilegales. Según el ministro, la Consejería Comisionada para la Paz tampoco ha logrado establecer contacto directo con ‘Márquez’, dejando abiertas múltiples posibilidades: desde su posible fallecimiento hasta estrategias de silencio intencionado propias del crimen organizado.
Además, durante los últimos años, tanto el bombardeo de 2022 como informes contradictorios en 2023 alimentaron teorías sobre el destino de este líder insurgente, pero ninguna fue confirmada oficialmente.
Desde un entorno inmerso en conflictos internos y externos, esta situación refleja la complejidad de las tensiones políticas y militares que enfrenta Colombia.
La aparición de nuevas disidencias marca un capítulo crucial en la lucha contra la violencia en el país, mientras persisten dudas sobre figuras centrales como ‘Iván Márquez’.
Desde una perspectiva periodística, esta noticia subraya cómo la falta de información clara puede perpetuar ciclos de especulación y confusión. En este contexto, es vital que las autoridades fortalezcan sus canales de comunicación y transparencia para aclarar estos temas tan relevantes para la estabilidad nacional. La creación de nuevas facciones también resalta la necesidad de abordar las causas fundamentales que llevan a individuos y grupos a rechazar procesos de paz formalizados.