El lunes, la Conmebol anunció la apertura de un expediente disciplinario contra el club Colo Colo debido a graves incidentes ocurridos durante un partido frente a Fortaleza en la Copa Libertadores. Los informes indican que hubo problemas antes y durante el encuentro, incluyendo actos peligrosos por parte de los aficionados y fallas en la seguridad proporcionada tanto por el club como por las autoridades locales. La preocupación se centra en la falta de coordinación y la posible ocultación de información relevante hacia los oficiales de Conmebol.

Detalles del Caso: Incidentes y Responsabilidades

En una jornada marcada por tensiones, el delegado del partido reveló que, según fuentes de seguridad privada de Colo Colo, un vehículo atropelló a dos menores cerca del estadio fuera del perímetro seguro. Posteriormente, justo antes del inicio oficial del juego, se confirmó mediante medios locales que estos niños fueron víctimas de un carro policial. Durante el desarrollo del partido, seguidores del equipo local arrojaron objetos como monedas y encendedores hacia los jugadores rivales mientras realizaban ejercicios previos. Además, se reportaron al menos seis bengalas prendidas desde distintas tribunas, junto con comportamientos inapropiados de hinchas que subían sobre las barreras protectoras del campo.

La Conmebol expresó su descontento no solo por los incidentes mencionados sino también por la escasa colaboración recibida del personal de seguridad del club y de las autoridades policiales presentes. Según declaraciones recogidas, la Policía no ofreció el apoyo esperado, dejando la carga completa en manos de la seguridad privada, quienes tampoco cumplieron adecuadamente con sus funciones. Esta deficiente organización puso en peligro a todos los asistentes y afectó negativamente la logística del evento deportivo.

Desde una perspectiva periodística, es crucial reflexionar sobre cómo la falta de coordinación entre todas las partes involucradas puede llevar a situaciones tan delicadas como las descritas. Este caso resalta la importancia de establecer protocolos claros y efectivos para garantizar la seguridad en eventos masivos. Además, subraya la necesidad de transparencia absoluta cuando se trata de investigaciones disciplinarias, ya que cualquier intento de ocultamiento solo agrava el problema y compromete la integridad del deporte en sí mismo.