En un desarrollo significativo relacionado con el caso conocido como $LIBRA, las autoridades judiciales argentinas han intensificado su investigación sobre una supuesta estafa vinculada al lanzamiento de una criptomoneda. El fiscal Eduardo Taiano ha solicitado a empresas líderes en telecomunicaciones móviles información detallada sobre líneas telefónicas registradas a nombre del presidente Javier Milei y otros involucrados. Este requerimiento busca reconstruir posibles conexiones entre los principales actores involucrados y determinar cómo se planificó y promovió la criptomoneda antes de su caída económica. El caso ha generado repercusiones internacionales tras causar pérdidas millonarias a inversores globales.
El escrutinio judicial comenzó tras publicaciones en redes sociales que promovían el lanzamiento de la criptomoneda $LIBRA. Estas acciones llevaron a un aumento inicial de su valor, seguido por un colapso económico cuando grandes inversores retiraron sus fondos. Según datos recopilados por Nansen, miles de personas sufrieron pérdidas que superan los 251 millones de dólares. La justicia argentina no solo analiza registros telefónicos sino también confirma la participación de afectados como querellantes, rechazando recursos presentados por algunos de los acusados.
La pesquisa judicial incluye medidas cautelares como la inhibición temporal de bienes para varios sospechosos, dictaminada por la jueza María Servini. A pesar de estas acciones, decisiones gubernamentales recientes, como la disolución de la Unidad de Tareas de Investigación (UTI), han generado dudas sobre el compromiso oficial con este proceso. Paralelamente, organismos internacionales investigan el caso, mientras damnificados buscan justicia en jurisdicciones extranjeras como Estados Unidos y España.
Otro aspecto destacado es la creación por parte del Parlamento argentino de una comisión especial dedicada a examinar el caso. Sin embargo, esta medida contrasta con otras decisiones gubernamentales que podrían influir en el progreso de la investigación. En este contexto, la colaboración entre instituciones locales e internacionales será crucial para esclarecer los hechos y ofrecer respuestas adecuadas a los afectados.
Este caso pone de manifiesto la necesidad de regulaciones más estrictas en el ámbito de las criptomonedas. Además, subraya la importancia de investigaciones exhaustivas y transparentes para garantizar la rendición de cuentas ante incidentes financieros de gran impacto global. Las próximas etapas del proceso judicial serán clave para determinar responsabilidades y establecer precedentes en la lucha contra fraudes digitales.