En esta edición de la competencia, con 34 inscritos pero solo espacio para 33 en la salida, un vehículo quedará fuera. Durante este sábado, desde las 5 p.m. hasta casi la medianoche, los conductores tendrán acceso a la pista para intentar alcanzar la mejor media de velocidad posible en cuatro vueltas consecutivas. Además, tras el primer esfuerzo, se introducen dos estrategias clave: Fast Lane y Normal Lane, donde los pilotos optan por reintentar o mantener su tiempo previo. Este sistema dinámico determina la posición de partida para la carrera principal.
El cronograma establece que el sábado se definen las posiciones del puesto 13 al 30, mientras que el domingo se revela el resto. Las últimas tres plazas, incluido el eliminado, se deciden entre los vehículos más lentos. Los doce mejores tiempos enfrentan una doble fase competitiva, primero en el Fast-12 y luego en el Fast-6, donde se disputa la pole position.
Tras completar el primer intento, los pilotos deben decidir si arriesgan todo en la línea rápida (Fast Lane) o juegan conservadores en la línea normal (Normal Lane). En la primera opción, cualquier nuevo registro sobrescribe el anterior, mientras que en la segunda, mantienen su mejor marca como respaldo. Esta decisión estratégica puede marcar la diferencia entre avanzar o quedar rezagados.
En el escenario de la Fast Lane, los participantes tienen prioridad sobre aquellos en la Normal Lane, lo que genera momentos críticos donde la paciencia y la precisión son indispensables. Si bien los vehículos en la Normal Lane esperan su turno, los de la Fast Lane aprovechan cada oportunidad para mejorar sus registros sin depender de tiempos anteriores. Esta mecánica añade tensión y emoción al proceso de clasificación, ya que un error puede excluir a un piloto de futuras rondas.
El calendario de clasificación distribuye las decisiones cruciales entre dos días. El sábado se establecen las ubicaciones intermedias, mientras que el domingo se revelan las posiciones restantes, incluidas las más codiciadas. Para quienes luchan por evitar la eliminación, el desafío radica en no formar parte de los cuatro vehículos más lentos, cuya peor actuación les relega a las últimas plazas disponibles.
En el grupo de los doce mejores tiempos, el camino hacia la pole position sigue un formato escalonado. Primero, en el Fast-12, seis competidores destacan por su velocidad y habilidad para avanzar al Fast-6. Aquí, bajo una presión extrema, se define quién partirá desde la primera posición. Este sistema garantiza que solo los más consistentes y estratégicos logren ocupar los lugares principales en la salida, marcando el inicio de una batalla épica en la pista.