Los frutos secos, si bien son elogiados por sus virtudes nutricionales, frecuentemente son objeto de debate debido a su elevada concentración calórica. Numerosos especialistas en nutrición enfatizan la importancia de su ingesta consciente. La razón principal de su alta densidad energética radica en su bajo contenido de agua y su riqueza en grasas.
La característica principal de los frutos secos es su escaso contenido hídrico y su considerable proporción de lípidos, que puede superar un tercio de su peso, convirtiéndolos en fuentes concentradas de energía. Además, la práctica común de freírlos y salarlos incrementa aún más su valor calórico y puede alterar su perfil de ácidos grasos al incorporar aceites de menor calidad nutricional, según la Academia Española de Nutrición y Dietética.
Más allá de su aporte calórico, los frutos secos son una mina de nutrientes: son ricos en fibra, grasas saludables, proteínas de origen vegetal, antioxidantes, vitaminas (especialmente E y del complejo B) y minerales como magnesio, potasio, zinc, fósforo y selenio. Por estas razones, la Asociación Española de Nutrición y Dietética recomienda su consumo diario como pilar de una alimentación balanceada.
La clave para incluir los frutos secos en la dieta de forma efectiva es controlar las porciones. Carlos Ríos, impulsor del movimiento Realfooding, sugiere una ingesta diaria de entre 30 y 75 gramos, equivalente a uno o dos puñados. Gracias a su alto contenido de fibra, los frutos secos inducen una sensación de saciedad, lo que ayuda a moderar el apetito y desmiente la creencia de que contribuyen al aumento de peso, favoreciendo el control ponderal a largo plazo.
Los frutos secos representan un tentempié excepcionalmente nutritivo, versátil para integrar en diversas preparaciones culinarias, tanto dulces como saladas. Su consumo moderado y constante ofrece una gama de ventajas para la salud, como lo destaca el Dr. Fernando Fernández Bueno en Medicina Clara:
La vasta diversidad de frutos secos ofrece opciones para cada paladar. Sin embargo, su contenido calórico varía significativamente. Es fundamental conocer estas diferencias para una elección informada.
A continuación, se presenta una lista de los frutos secos con el mayor aporte calórico por cada 100 gramos, según datos del Departamento de Agricultura de los Estados Unidos (USDA). A pesar de su densidad energética, todos ellos conservan un alto valor nutricional:
Basándose en la misma fuente (USDA), aquí se detallan los frutos secos con el menor número de calorías. Es importante recordar que, incluso las opciones con menos calorías, superan en densidad energética a muchas frutas y verduras: