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La historia amorosa del primer ministro francés, François Bayrou
2024-12-18
En la historia política francesa, hay una historia única que combina el amor y la vida pública. François Bayrou, el nuevo primer ministro francés, y Élisabeth Perlant han construido un matrimonio lleno de emociones y desafíos. A pesar de las dificultades que han enfrentado, su amor ha sobrevivido a través de los años.
"Descubre cómo el amor de François Bayrou y Élisabeth Perlant ha marcado la historia francesa."
La Lucha contra la Tartamudez
Como Jorge VI, el padre de la Reina Isabel de Inglaterra, François Bayrou ha tenido que lidiar con la tartamudez. Sin embargo, esto no le ha impedido seguir adelante en su vida. A pesar de sus dificultades, se licenció en Lenguas Clásicas y comenzó a marcar su lugar en la historia.En sus tiempos de universitario, en Burdeos, conoció a Élisabeth Perlant. Su encuentro fue instantáneo y memorable. "La vi y, oh la la, ¡ya está!", reveló hace muchos años en France Soir. Aquel flechazo hizo historia y les unió para siempre.El Equilibrio en el Matrimonio
Durante cinco décadas, François Bayrou y Élisabeth Perlant han logrado un difícil equilibrio. Él, fundador en 2007 de su propio partido político, Movimiento Demócrata, se siente cómodo frente a las cámaras y en la vida pública. Mientras que ella, conocida entre sus íntimos como Babeth, aboga por un discretísimo segundo plano, alejada de todo aquello que no sean sus hijos, sus nietos y sus libros.El propio Bayrou explicó hace doce años esta clarísima división de papeles en su matrimonio: "[Ella], a menudo, considera que el mundo de la política es mundano, carente de profundidad. Piensa que, demasiado a menudo, se parece al patio del recreo".El Nómbramiento de Bayrou como Primer Ministro
Con el nombramiento de su esposo como Primer Ministro de Francia, las cosas podrían cambiar, aunque no mucho. Él sigue siendo el centro de la atención, mientras que ella seguirá alejándose lo más posible de la vida política.Desde 2001, la agitada vida política de Bayrou ha provocado que Élisabeth no pueda estar siempre en la retaguardia. En la biografía antes mencionada, el autor intenta explicar la postura de Élisabeth ante los reflectores: "Odia las ocasiones sociales. Desde que su marido se convirtió en diputado por Pau, […] ella se niega sistemáticamente a ir a una cena con las personalidades de la ciudad".El Rol de la Separación
Bayrou ha explicado, en tono de broma, que quizá su matrimonio funciona porque pasan mucho tiempo separados. "El hecho de tener que vivir la mitad de la semana a ochocientos cincuenta kilómetros de casa no ha sido un impedimento. Sin eso, quizá no me habría aguantado tanto tiempo". Si Élisabeth ha hecho de su propiedad en Bordères su bastión, su esposo vive entre Bordères, Pau y París.Los Cambios en la Vida
Hay dudas razonables sobre si Élisabeth romperá su costumbre de alejarse de la faceta política de su marido. En principio, ella es una mujer que defiende con uñas y dientes su independencia. Pero tras el nacimiento de su tercer hijo, Dominique, decidió dejar de lado su labor como docente y volcarse en los suyos.Además, François Bayrou ha explotado dos facetas muy diferentes. Por una parte, la de escritor de biografías. Su biografía dedicada a Enrique IV, El rey libre, vendió un gran número de ejemplares. Por otra parte, se ha dedicado a la cría de caballos de pura sangre de carrera.Turbulencias Amorosas en Francia
Como curiosidad, Élisabeth Perlant y François Bayrou pueden tener una conversación fluida con la esposa de Emmanuel Macron, Brigitte. Ese amor por el drama y la literatura ha acercado posiciones entre los Macron y los Bayrou.Además, Francia ha visto muchas turbulencias amorosas entre los políticos. Nicolas Sarkozy y Carla Bruni, François Hollande y Julie Gayet, son solo algunos ejemplos.Las Vidas Íntimas de Otros Presidentes
Jacques Chirac tenía un apodo que dejaba en evidencia su gran actividad amorosa. Su esposa, Bernardette, se preocupó cuando comenzó una relación clandestina. Mitterrand también tuvo una doble vida, con una joven estudiante y una hija.Giscard D’Estaing se ocupó de airear sus escarceos amorosos en el libro La princesse et le président. Parece una novela y muestra la complejidad de las vidas íntimas de los políticos.