En una entrevista exclusiva, Marián Mouriño, presidenta del Celta de Vigo, comparte su visión sobre la gestión deportiva y empresarial del club. Hija de un histórico líder del equipo, Mouriño ha logrado posicionar al Celta como uno de los equipos revelación de esta temporada, destacando tanto en el ámbito deportivo como en proyectos sociales. Su liderazgo se extiende desde la cancha hasta las negociaciones internacionales, incluyendo la candidatura de Vigo para ser sede del Mundial 2030. A través de sus decisiones estratégicas, ha transformado no solo al equipo, sino también la percepción de las mujeres en el fútbol profesional.
Marián Mouriño ha asumido el rol de presidenta del Celta de Vigo con un entusiasmo inigualable. En su segundo año al frente del club, ha demostrado cómo una combinación de experiencia local e incorporaciones estratégicas puede revitalizar a un equipo. La elección de Claudio como entrenador, respaldada por la inclusión de Marco Garcés como director de fútbol, ha sido crucial para este renacimiento. Ambos han entendido profundamente la identidad del Celta y han sabido adaptarse a las necesidades específicas del equipo.
El éxito de esta temporada no es casualidad. Desde el principio, Mouriño supo reconocer el potencial de personas clave dentro del club. Giráldez, procedente del filial, fue seleccionado tras demostrar pasión y claridad en sus estrategias. Esta decisión arriesgada refleja la confianza que Mouriño tiene en quienes realmente conocen el espíritu del equipo. Además, su capacidad para gestionar relaciones externas, como la recuperación de lazos con el alcalde Abel Caballero, muestra su habilidad diplomática.
Más allá de los resultados deportivos, Mouriño enfrenta desafíos estructurales importantes. La reforma del estadio Balaídos y la participación en competiciones europeas son temas prioritarios. Sin embargo, reconoce la importancia del mercado de fichajes como herramienta vital para mantener la sostenibilidad financiera del club. A pesar de esto, destaca orgullosa el "Efecto Morriña", un fenómeno donde exjugadores del Celta retornan al club después de triunfar en otros equipos.
En cuanto a iniciativas innovadoras, el lanzamiento del equipo femenino As Celtas representa un paso significativo hacia la igualdad en el fútbol gallego. Con asistencias récord y una fuerte conexión comunitaria, este proyecto demuestra que el fútbol femenino puede ser autosuficiente y atractivo para audiencias diversas.
Mientras el sol ilumina Afouteza, la nueva ciudad deportiva del Celta, Marián Mouriño sigue forjando un legado único. Su liderazgo ha demostrado que la valentía y la determinación pueden romper barreras en un mundo tradicionalmente masculino. Con proyectos ambiciosos en marcha y un equipo que lucha por Europa, el futuro del Celta de Vigo parece más brillante que nunca bajo su dirección.