En el epicentro de la controversia política española, el ministro de Transportes, Óscar Puente, ha ratificado su postura crítica hacia los líderes autonómicos de Castilla y León, Alfonso Fernández Mañueco, y Andalucía, Juanma Moreno Bonilla. El objeto de sus reproches se centra en la percibida inactividad de ambos mientras sus respectivas comunidades autónomas eran devastadas por voraces incendios. Puente ha defendido sus comentarios, publicados en una popular plataforma de microblogging, aclarando que su intención no es la burla, sino la expresión de una profunda indignación, recurriendo a la ironía y el sarcasmo como herramientas comunicativas. Esta situación ha desencadenado una fuerte reacción por parte del Partido Popular, que acusa al ministro de mofarse de la tragedia y exige su inmediata dimisión, elevando la tensión en el panorama político nacional.

La disputa se intensificó con las acusaciones de Puente, quien señaló la supuesta incoherencia en la aplicación de estándares de responsabilidad a los políticos, sugiriendo que las reglas de juego son desiguales. Recordó un episodio de 2018, donde Moreno Bonilla criticaba la ausencia de la entonces presidenta socialista de Andalucía durante incendios, cuestionando la doble moral. El ministro vallisoletano, con su tierra natal afectada, enfatizó la recurrente problemática de la gestión de incendios en Castilla y León, comparando la situación actual con desastres pasados, como el de Zamora en 2022, sin percibir mejoras en la prevención o respuesta.

Puente también aludió a otros incidentes críticos, como la DANA en El Ventorro y las inundaciones en Aragón, sugiriendo un patrón de ausencia por parte de ciertos gobernantes del PP. Argumentó que, si bien el descanso es necesario, en momentos de crisis severa, especialmente cuando la propia región se consume por las llamas, la presencia y el liderazgo son imperativos. Destacó que su crítica busca impulsar la rendición de cuentas y la necesidad de una mayor responsabilidad gubernamental en situaciones de emergencia. Subrayó que si sus comentarios sirvieron para iniciar un diálogo sobre la importancia de la financiación de los servicios de extinción, entonces los consideraría justificados.

Desde la oposición, Alberto Núñez Feijóo, líder del Partido Popular, respondió con contundencia, calificando las declaraciones de Puente como frívolas y groseras. Hizo un llamado a la eficacia y la coordinación en lugar de las bromas, acusando al ministro de reírse del sufrimiento ciudadano y de la pérdida de patrimonio y vidas. Paralelamente, Elías Bendodo, vicesecretario del PP, demandó la renuncia de Puente, tildándolo de \"indigno\" por, según él, verter \"odio en las redes sociales\" mientras la población sufre. Argumentó que el uso del cargo ministerial para el insulto y la crispación, en vez de la gestión, es inaceptable, haciendo hincapié en las deficiencias ferroviarias bajo la administración de Puente.

En medio de esta tormenta, el ministro de Justicia, Félix Bolaños, salió en defensa de su colega, aunque sin profundizar en la polémica de los mensajes. Bolaños enfatizó la capacidad del actual gobierno para reaccionar rápidamente ante las emergencias, citando ejemplos como la erupción volcánica en La Palma, la DANA en Valencia y el apagón del 28 de abril. Destacó la pronta activación de todo el gabinete para ofrecer soluciones inmediatas y contrastó esta actitud con la supuesta inacción de otros gobiernos. Su respaldo buscó reforzar la imagen de un gobierno diligente y comprometido frente a las adversidades, sugiriendo que la continuidad del actual liderazgo en La Moncloa es vital para la gestión efectiva de futuras crisis.