La temporada de virus respiratorios, como la gripe A, B, COVID-19 y rinovirus, ha causado un aumento significativo en las infecciones, saturando los servicios médicos en muchas ciudades. Aunque generalmente no son graves para la mayoría de la población, estos patógenos representan un riesgo especial para los niños con enfermedades neuromusculares. La Sociedad Española de Neurología Pediátrica (SENEP) enfatiza la importancia de adoptar medidas preventivas rigurosas para proteger a estos pacientes. Las complicaciones respiratorias son una causa principal de morbimortalidad en este grupo, ya que pueden afectar severamente la función muscular del aparato respiratorio, aumentando el riesgo de deterioro.
Las enfermedades neuromusculares constituyen un conjunto diverso de trastornos que comprometen principalmente la motoneurona espinal, los nervios y los músculos. Estas condiciones pueden variar ampliamente en su presentación y gravedad, pero comparten la característica común de debilidad muscular. La neuropediatra Ana Camacho destaca que las complicaciones respiratorias son una amenaza crítica para estos pacientes debido a la posible afectación de los músculos involucrados en la respiración. Esta vulnerabilidad subraya la necesidad de una vigilancia estrecha y medidas preventivas adicionales.
Las enfermedades neuromusculares en niños pueden manifestarse de diversas formas dependiendo del tipo específico de enfermedad y la edad del paciente. En los casos más jóvenes, puede observarse un retraso en hitos motores como sentarse o caminar. En niños mayores, se notará una pérdida progresiva de fuerza que dificulta actividades como correr, subir escaleras o levantarse del suelo. Además, la afectación de los músculos respiratorios y cardíacos puede llevar a complicaciones graves si no se manejan adecuadamente. Por lo tanto, es crucial extremar las precauciones para evitar infecciones respiratorias, ya que estas pueden agravar aún más la condición existente, poniendo en riesgo la función respiratoria y aumentando la probabilidad de fallos críticos.
Para prevenir las infecciones respiratorias en niños con enfermedades neuromusculares, es esencial implementar estrategias integrales que incluyan vacunación, higiene personal y cuidado nutricional. Los expertos recomiendan seguir estrictamente el calendario de vacunación, especialmente contra la gripe y la COVID-19, y mantener prácticas de higiene meticulosas para minimizar el riesgo de contagio. Además, es vital que los convivientes infectados tomen precauciones adicionales para evitar propagar los virus, como usar mascarillas y mantener una buena higiene.
En caso de que un niño con una enfermedad neuromuscular se contagie, es fundamental contactar de inmediato al equipo médico para evaluar la situación y establecer un plan de tratamiento adecuado. Esto puede incluir hospitalización, administración de antibióticos o asistencia ventilatoria, dependiendo de la gravedad de los síntomas. La hidratación adecuada también juega un papel crucial en facilitar la movilización de secreciones y en apoyar la recuperación del paciente. En resumen, la prevención y el manejo temprano son esenciales para mitigar los riesgos asociados con las infecciones respiratorias en este grupo vulnerable de pacientes.