El sábado 11 de enero, la princesa Leonor emprendió un crucero de instrucción a bordo del buque Juan Sebastián de Elcano junto a otros 75 guardiamarinas. Este viaje durará seis meses y visitará ocho países distintos. Los Reyes Felipe y Letizia asistieron al evento en el Puerto de Cádiz para despedir a su hija. Además, la ocasión sirvió para que la reina Letizia destacara con su elección de atuendo, manteniendo su reputación de elegancia durante todos los eventos oficiales de este año.
La partida de la princesa Leonor marca un hito significativo en su formación como futura monarca. Junto a sus compañeros guardiamarinas, emprenderá una travesía internacional que promete ser una experiencia formativa inolvidable. Durante estos seis meses, Leonor tendrá la oportunidad de representar a España en diversos países, fortaleciendo relaciones diplomáticas y adquiriendo valiosas habilidades.
Este crucero de instrucción no solo representa un paso importante en la educación naval de la princesa, sino que también es un símbolo de continuidad y tradición. La presencia de los Reyes Felipe y Letizia en el puerto de Cádiz subraya la importancia de este momento tanto para la familia real como para el país. Como padres, ambos mostraron un afecto evidente al despedirse de su hija, mientras que como monarcas, supervisaron un acto de gran relevancia para la institución militar española.
El estilo de la reina Letizia fue uno de los aspectos más destacados del evento. Optó por un conjunto marinero en tonos navy, compuesto por un blazer con detalles refinados y un pantalón de corte ancho. Esta elección refleja tanto la ocasión formal como el entorno marítimo del puerto. Completó el look con una blusa cruda y zapatos negros, creando un equilibrio perfecto entre sofisticación y comodidad.
Acompañando su atuendo, la reina eligió una diadema metálica dorada adornada con motivos botánicos y pequeños diamantes. Este accesorio elevó su apariencia, añadiendo un toque de glamour que ha sido aplaudido por los observadores de moda. Los pendientes con estrellas colgantes complementaron armoniosamente el conjunto, demostrando una vez más el buen gusto y la atención al detalle que caracterizan a la reina Letizia en cada aparición pública.