El caso que ha sacudido al mundo del fútbol femenino español se puso en marcha después de 533 días desde un incidente controvertido. Luis Rubiales, ex presidente de la Real Federación Española de Fútbol, compareció ante el Juzgado Central de lo Penal de la Audiencia Nacional para enfrentar cargos de agresión sexual y coacciones. La Fiscalía solicitó una pena de dos años y medio de prisión. El juicio comenzó con Rubiales llegando temprano a la sede judicial, seguido por Jenni Hermoso, la futbolista que presentó la denuncia. Durante la declaración de la víctima, hubo momentos de tensión entre los acusados y el juez, quien tuvo que intervenir varias veces para mantener el orden.

La historia tiene sus raíces en un hito histórico del fútbol femenino español, cuando un acto inesperado desencadenó una serie de eventos que llevaron a este proceso judicial. Casi año y medio después, Rubiales se sentó en el banquillo de los acusados. Acompañado de su abogada Olga Tubau, llegó antes de las nueve de la mañana al juzgado situado en San Fernando de Henares. Su semblante era serio y evitó cualquier contacto visual con Jenni Hermoso, quien también llegó al lugar poco después. La relación entre ambos había sido cordial hasta ese momento, pero todo cambió tras el incidente en cuestión.

Hermoso declaró durante dos horas y media, describiendo cómo su vida se vio alterada tras el incidente. Rubiales, mientras tanto, permaneció anotando en una libreta, intentando mantener la compostura. Sin embargo, en un momento dado, comenzó a susurrarle a su letrada y a Jorge Vilda, otro de los imputados en el caso. El juez Jose Manuel Clemente interrumpió el procedimiento al notar que los susurros estaban perturbando la declaración de la víctima. Este episodio reflejó la tensión que permeaba la sala durante todo el proceso.

El juez Clemente fue especialmente estricto con el desarrollo de los interrogatorios. Intervino en varias ocasiones para corregir preguntas dirigidas tanto a la defensa como a la acusación, especialmente cuando se trataba del tema del consentimiento. Un momento particularmente tenso ocurrió cuando el abogado de Hermoso cuestionó a Patricia Pérez, ex jefa de prensa de la selección femenina, sobre una frase dicha por la víctima. El magistrado tuvo que advertirle para evitar más confusiones. Finalmente, la primera sesión del juicio concluyó poco después de las dos de la tarde, con declaraciones de testigos clave y la presencia de más de 100 medios de comunicación acreditados.

El juicio continuará durante diez días más, y aunque aún queda mucho por discutir, ya se ha evidenciado la profundidad del impacto que el incidente ha tenido no solo en las vidas personales involucradas, sino también en el panorama del fútbol femenino español. Los próximos días serán cruciales para determinar el futuro de todos los implicados en este caso.