La repentina muerte de un destacado DJ italiano en Ibiza ha puesto en marcha una compleja investigación, arrojando luz sobre las circunstancias que rodearon su trágico final. La familia ha iniciado el proceso de repatriación del cuerpo a Nápoles, su ciudad natal, en busca de respuestas y justicia. Este suceso, que ha captado la atención tanto en Italia como en España, plantea serias interrogantes sobre la actuación policial y el estado mental del artista en sus últimas horas, con un testimonio clave que contradice los hallazgos iniciales de la autopsia.

Michele Noschese, conocido en el ámbito musical como 'DJ Godzi', dejó una prometedora carrera en el fútbol juvenil de Nápoles para dedicarse por completo a su pasión por la música electrónica. Se había establecido en Ibiza hace cinco años, donde adquirió una propiedad. El fatídico 19 de julio, la Guardia Civil respondió a llamadas de vecinos preocupados por el comportamiento errático del DJ. Los agentes lo encontraron en el balcón de un vecino, presuntamente amenazándolo con un cuchillo y agrediéndolo.

Durante la intervención, los agentes lograron inmovilizar a Noschese. Sin embargo, el DJ falleció mientras estaba bajo custodia, inmovilizado en una cama con grilletes. A pesar de que la autopsia no reveló signos de violencia atribuibles a la intervención policial, el testimonio de Raffaele R., un amigo que se encontraba en la vivienda, sugiere una versión diferente de los hechos. Raffaele, quien había estado viviendo en casa de Noschese temporalmente, relató que el DJ sufría alucinaciones y consumía sustancias el día de su muerte, incluso pidiéndole comida para su gato de manera incoherente.

Según el testimonio de Raffaele, el DJ exhibía un comportamiento alterado, lo que él atribuyó al consumo de drogas. Relató que Noschese discutió con otro amigo y que la pareja del DJ huyó, buscando refugio en la casa de un vecino. Raffaele afirmó haber presenciado cómo Noschese agarraba al vecino, aunque sin ejercer fuerza. Posteriormente, Raffaele descendió a la piscina, alegando que el DJ le había confiscado su teléfono y había llamado a la policía para que le compraran comida para su gato, lo que evidencia su estado mental confuso.

La versión de Raffaele difiere de los informes iniciales en puntos cruciales. Declaró que los agentes de la Guardia Civil agredieron a Noschese, propinándole golpes en la espalda y en el rostro durante el proceso de contención y engrilletamiento. Además, señaló que los oficiales no intentaron reanimar al DJ, aunque sí solicitaron asistencia médica. La familia de Noschese, respaldada por la Fiscalía de Roma, ha abierto una investigación penal por homicidio, lo que subraya la búsqueda de la verdad detrás de esta trágica pérdida y las circunstancias de su deceso.

El caso ha cobrado una nueva dimensión con la intervención de la Fiscalía de Roma, que ha iniciado una investigación por homicidio culposo. A pesar de los informes periciales que indican una necrosis pulmonar como causa de la muerte y la ausencia de signos de violencia física en la autopsia, la familia de Michele Noschese ha solicitado pruebas médicas adicionales, incluyendo una tomografía y una resonancia magnética. Aunque se encontraron costillas rotas y clavículas fracturadas, el médico forense atribuyó estas lesiones a las maniobras post-mortem. La familia mantiene la posibilidad de presentar una denuncia formal, buscando claridad y justicia en este doloroso episodio que ha enlutado a la comunidad musical y a sus seres queridos.