En el torneo de Roland Garros, Ben Shelton, la decimotercera raqueta mundial, podría cruzarse con Carlos Alcaraz si este último supera al bosnio Damir Dzumhur. Shelton, quien no es conocido por su habilidad en canchas de tierra batida, avanzó tras derrotar al italiano Matteo Gigante. Este éxito amplía sus logros previos en el torneo y demuestra que incluso jugadores con preferencias hacia superficies más rápidas pueden destacar en arcilla. Mientras tanto, otros favoritos como Holger Rune y Tommy Paul también han enfrentado duros desafíos.
Ben Shelton ha demostrado ser un competidor resiliente, a pesar de no estar acostumbrado a jugar en canchas de tierra batida. En su victoria reciente contra Gigante, mostró una notable fortaleza en su saque, acumulando diez ases y alcanzando velocidades impresionantes. Su servicio promedio de 198 km/h dificultó enormemente las oportunidades de break para su oponente. Aunque Shelton suele brillar más en pistas rápidas, su adaptabilidad le permitió conquistar títulos en Houston y llegar a la final en Múnich este año.
La jornada también estuvo marcada por los intensos enfrentamientos de otros jugadores de renombre. Holger Rune, el décimo sembrado, necesitó cinco sets para vencer al francés Quentin Halys, lo que evidencia la competitividad del torneo. El danés ahora se prepara para enfrentar al italiano Lorenzo Musetti, quien también tuvo que remontar ante Mariano Navone de Argentina. Estos partidos prolongados reflejan la calidad y determinación presentes en cada rincón del cuadro.
No obstante, otras figuras relevantes también enfrentaron retos significativos. Tommy Paul, otro estadounidense destacado, luchó durante cuatro horas contra Karen Khachanov, saliendo victorioso en un emocionante partido de cinco sets. Por su parte, Sebastian Korda y Frances Tiafoe protagonizaron un duelo interno entre compatriotas, cuyo ganador enfrentará al alemán Daniel Altmaier.
Este avance hacia etapas cruciales del torneo pone a prueba la versatilidad y resistencia de los jugadores. Con Shelton aproximándose a un posible enfrentamiento con Alcaraz y otros favoritos asegurando su lugar, la tensión aumenta conforme nos acercamos a los octavos de final. Cada encuentro revela nuevas facetas del tenis moderno, donde la técnica se combina con la estrategia para decidir quién continuará su camino hacia la gloria en Roland Garros.