Tras meses de incertidumbre y negociaciones, el futuro del seleccionador nacional de fútbol de España se ha consolidado. El camino recorrido desde octubre del año anterior hasta enero de este año estuvo marcado por cambios significativos dentro de la Federación y desafíos personales que Luis de la Fuente tuvo que enfrentar con valentía y determinación. Durante este período, el entrenador experimentó tanto momentos de triunfo como de tensión, pero siempre mantuvo su humildad y profesionalismo intactos.
El liderazgo de De la Fuente fue crucial para el regreso de España a lo más alto del fútbol internacional, logrando un título de primer nivel que reavivó las esperanzas del país. Sin embargo, justo cuando todo parecía estar en orden, la partida de Pedro Rocha y la posterior inhabilitación del Tribunal de Arbitraje Deportivo complicaron las cosas. A pesar de estos obstáculos, De la Fuente no perdió el rumbo y siguió adelante con sus responsabilidades, incluso mientras lidiaba con problemas de salud que requirieron una intervención quirúrgica y una rehabilitación rigurosa. Este proceso demostró no solo su compromiso con el equipo sino también su fortaleza personal.
Finalmente, tras la elección de Rafael Louzán como nuevo presidente de la Federación, se alcanzó un acuerdo que garantiza la permanencia de De la Fuente hasta 2028. Este contrato no solo reconoce su valioso aporte al fútbol español, sino que también establece un precedente importante al romper con la tradición de renovar después de cada gran campeonato. Con esta nueva etapa, De la Fuente puede concentrarse plenamente en preparar a la selección para futuros desafíos internacionales, sabiendo que cuenta con el apoyo total de la institución. Su dedicación y pasión inspiran confianza en todos los aficionados del deporte, quienes ven en él un líder capaz de guiar a España hacia nuevos éxitos.