Hace apenas dos años, conocimos a Carmen y Sabina en las páginas de ¡HOLA!, cuando aún eran niñas. Hoy, estas jóvenes mellizas han dado un gran paso al alcanzar la mayoría de edad. La baronesa Thyssen, orgullosa madre, comparte su perspectiva sobre esta nueva etapa, destacando el apoyo incondicional que brinda a sus hijas mientras ellas emprenden caminos propios. Carmen ha iniciado sus estudios universitarios en Administración y Relaciones Internacionales, mientras que Sabina sigue explorando su pasión por el arte y el diseño en Andorra. A través de una entrevista íntima en su hogar, la baronesa revela cómo mantiene viva la comunicación con sus hijas y cómo las anima a seguir sus sueños.
En una reciente visita a su residencia en Andorra, la baronesa Thyssen nos permitió adentrarnos a la vida de sus hijas en este momento crucial. Carmen ha decidido embarcarse en una nueva aventura académica, estudiando fuera del país, mientras que Sabina permanece cerca de casa, centrada en su formación artística. Tita, nombre cariñoso con el que es conocida la baronesa, expresa su satisfacción al ver cómo ambas jóvenes se desenvuelven con confianza y madurez. "Es maravilloso observar cómo cada una encuentra su camino", comenta, resaltando la importancia de mantener una relación abierta y de confianza con sus hijas.
La baronesa enfatiza la necesidad de fomentar un ambiente donde sus hijas puedan expresarse libremente. "He procurado que sientan que pueden compartir cualquier cosa conmigo, tal como lo hice con mi propia madre", menciona. Este enfoque ha fortalecido los lazos familiares, permitiendo que tanto Carmen como Sabina se sientan respaldadas en sus decisiones. Carmen, por ejemplo, ya ha demostrado su capacidad para asumir responsabilidades importantes, representando a su madre en eventos culturales. "Me siento muy orgullosa de cómo se ha desenvuelto", afirma la baronesa.
Mientras Carmen explora el mundo del coleccionismo y los museos, siguiendo los pasos de su madre, Sabina prefiere mantenerse en un segundo plano, aunque no deja de sorprender con su talento artístico. "Ella tiene un espíritu bohemio y una alegría contagiosa", describe la baronesa. Sabina sueña con convertirse en ilustradora y profundizar en este campo creativo. A pesar de la distancia, ambas hermanas mantienen un vínculo estrecho, siempre dispuestas a apoyarse mutuamente.
A medida que avanzan en esta nueva etapa, Carmen y Sabina continúan recibiendo el amor y guía de su madre. La baronesa refleja sobre los cambios en la maternidad moderna y cómo esto ha beneficiado a su relación con sus hijas. "Cuando yo tenía su edad, todo era diferente. Ahora, me alegra que me escuchen y me consulten en sus decisiones". Este equilibrio entre independencia y apoyo parental define el camino que estas jóvenes están trazando hacia sus futuros prometedores.