En los últimos tiempos, una tendencia poco convencional ha capturado la atención de los amantes del vino y los bebedores casuales por igual. Esta moda implica incorporar rodajas de jalapeño a copas de vinos blancos o rosados, transformando radicalmente su sabor. Aunque algunos se muestran escépticos, otros han adoptado esta combinación como una forma refrescante y económica de innovar en sus bebidas favoritas.

La práctica no es nueva, pero gracias a plataformas como TikTok, ha resurgido con fuerza. En ciertos círculos, se considera incluso una "bebida del verano" debido a su facilidad de preparación y bajo costo. Sin embargo, la aceptación varía entre establecimientos y expertos, quienes ofrecen consejos para optimizar la experiencia sin sacrificar la calidad.

Origen y Resurgimiento de una Tendencia Inesperada

Esta costumbre tiene raíces más antiguas de lo que parece. Desde hilos en Reddit hasta bodegas especializadas, la mezcla de vino y jalapeño ha sido explorada durante años. Christopher Boyd, un vinicultor de Pennsylvania, lleva décadas experimentando con esta fusión, aunque su proceso incluye fermentar los chiles directamente en el vino. Recientemente, TikTok ha revitalizado la idea, atrayendo tanto curiosos como entusiastas.

El fenómeno ha generado reacciones diversas entre los bartenders y sumilleres profesionales. Mientras algunos lo ven como una oportunidad divertida para probar algo diferente, otros prefieren mantenerse fieles a métodos tradicionales. Por ejemplo, Renato Tonelli, del bar Dante en Nueva York, opta por tinturas de chile en lugar de rodajas crudas, buscando consistencia en el sabor. Este contraste entre innovación y conservadurismo ilustra cómo las modas emergentes pueden desafiar las normas establecidas en la industria.

Consejos y Perspectivas para Explorar esta Fusión

A pesar de la controversia, muchos expertos han compartido recomendaciones prácticas para aquellos interesados en intentarlo. Se sugiere quitar las semillas de los jalapeños para reducir el picor excesivo y elegir vinos más dulces, como un Riesling seco, que equilibran mejor con el calor del chile. También se recomienda evitar congelar los pimientos por largos períodos, ya que esto puede disminuir su sabor característico.

En espacios sociales como bares y restaurantes, la reacción hacia esta tendencia sigue siendo mixta. Algunos establecimientos han recibido positivamente la idea, mientras que otros la rechazan abiertamente. En Layla, un bar de Brooklyn, el bartender Elvis McNally expresó su preferencia por vinos naturales que imiten el efecto de los chiles. Sin embargo, en Sauced, otro local cercano, las empleadas mostraron interés tras probarlo con un vino griego de naranja. Este ejemplo subraya cómo la percepción personal influye en la apreciación de nuevas experiencias culinarias y alcohólicas.