El féretro era un símbolo de la vida y la obra de Marisa Paredes. Las flores representaban el amor y el respeto que la gente sentía por ella. El escenario era el lugar donde ella mostró su talento y se convirtió en un ícono del cine español.
Los presentes se reunieron para rendir tributo a una actriz que siempre estuvo presente en la defensa de los derechos y las injusticias. Su recuerdo sería imborrable en el corazón de todos.
Así fueron pasando por la sala principal del Teatro Español personas que compartieron momentos con Marisa Paredes. De Bárbara Lennie a la delegada de Cultura, Marta Rivera de la Cruz, pasando por Juan Echanove, Mario Gas, Lluís Pasqual y muchos más. Cada uno tenía un recuerdo especial de ella.
Las chicas Almodóvar, Bibiana Fernández y Loles León, fueron las primeras en llegar. "Diré lo que diría Marisa, ella se hubiese quejado por estas dos horitas. Es una señora ex presidenta de la Academia del Cine, un icono, merecía algo más", dijo Bibiana Fernández.
Rossy de Palma, a su lado, consoló a Javier Calvo y Javier Ambrossi, que estaban emocionados. "Ella era mucho más que una chica Almodóvar, era una reina. Hoy va a ser un día difícil, pero hay una cierta alegría en despedirla todas juntas", recordó Bibiana Fernández.
La presencia de la vicepresidenta Yolanda Díaz, el nuevo líder del PSOE-M Óscar López y otras personalidades mostró el impacto que Marisa Paredes tuvo en la sociedad. El ministro de Cultura, Ernest Urtasun, anunció un gran homenaje en la próxima Gala de los Goya.
Cuando todo se despejó y las puertas del Español se cerraron, llegó el gran aplauso. El amor y el respeto por Marisa Paredes se manifestaron en aquel momento. Era la despedida de una actriz que siempre estuvo presente en la vida de Madrid.