En un día significativo celebrado en Paracuellos del Jarama, la pasión por las motos se fusionó con la sostenibilidad. Gracias a la colaboración entre AMV y la RFME, 25 voluntarios de ambas organizaciones plantaron 200 árboles autóctonos en una extensión de 1.500 metros cuadrados. Esta acción pretende absorber hasta 4 toneladas de dióxido de carbono durante los próximos 30 años, mitigando parte de la huella de carbono generada en el Campeonato Nacional de Motocross. Este evento subrayó el compromiso de AMV con la sostenibilidad y reafirmó su alianza con la federación bajo el lema "un motociclismo más verde".
El proyecto de reforestación en Paracuellos del Jarama no fue solo un acto simbólico, sino una demostración concreta del compromiso de AMV y la RFME con el medio ambiente. Los participantes eligieron cuidadosamente especies nativas que prosperarán en el entorno local, contribuyendo a mejorar la biodiversidad de la zona. La iniciativa también sirvió para sensibilizar sobre la importancia de equilibrar las actividades deportivas con la preservación del entorno natural.
Mónica Galera, directora general adjunta de AMV España, destacó la renovación del patrocinio del Campeonato Nacional de Motocross como una oportunidad para promover prácticas más sostenibles. Esta acción refuerza la postura de la aseguradora en favor de un motociclismo responsable y muestra que es posible conciliar la pasión por las dos ruedas con el respeto por el planeta. El apoyo continuo de AMV al campeonato durante más de cinco décadas demuestra un compromiso duradero con el deporte y ahora, con el medio ambiente.
Rafael Núñez Forneiro, Secretario General de la RFME, enfatizó que este tipo de iniciativas son cruciales para cumplir con los objetivos medioambientales de la federación. Las acciones emprendidas junto a AMV ayudan a compensar la huella de carbono generada por los campeonatos y fomentan una mayor conciencia sobre la necesidad de proteger el medio natural. Este enfoque conjunto marca un camino hacia un futuro más verde para el motociclismo, donde la competición y el cuidado del entorno van de la mano.
La jornada en Paracuellos del Jarama dejó claro que el motociclismo puede ser una actividad sostenible. A través de la colaboración entre AMV y la RFME, se puso en marcha una iniciativa que no solo beneficia al medio ambiente, sino que también establece un precedente para otros eventos deportivos. Este compromiso compartido con la sostenibilidad abre nuevas posibilidades para un deporte más respetuoso con la naturaleza, mostrando que es posible combinar la pasión por las motos con responsabilidad ambiental.