El premio Goya a la mejor película fue compartido entre dos películas destacadas, marcando un hito en la historia del cine español. Arantxa Echevarría y Marcel Barrena reflexionan sobre el significado de este reconocimiento para sus carreras y para la industria cinematográfica en general. Este premio no solo representa un logro personal sino también un cambio significativo en la representación del cine español.
Los directores expresaron sentimientos diversos tras recibir el premio. Para Echevarría, ganar supuso una mezcla de emoción y sorpresa, ya que había desistido de sus expectativas. En contraste, Barrena sintió cierta tranquilidad al escuchar "ex aequo", lo que le confirmó que ambos trabajos serían reconocidos por igual. Este premio les ha permitido enfrentarse a sus inseguridades profesionales y personales.
Arantxa Echevarría mencionó que nunca imaginó obtener un Goya. Solo cuando se le concedió el premio a Mejor Directora Novel en 2018 comenzó a creerlo posible. Sin embargo, siempre mantiene esa sensación de ser una intrusa. Por su parte, Marcel Barrena reconoce que aunque no buscaba el reconocimiento, este tipo de premios proporciona estabilidad emocional y profesional. El galardón es como una terapia para el ego, ayudándole a superar los miedos inherentes a una carrera incierta en el mundo del cine.
Este reconocimiento ex aequo tiene implicaciones más allá de las carreras individuales. Ambas películas abordan temas sociales relevantes y representan un avance en la diversidad lingüística y temática del cine nacional. Este evento ha abierto nuevas posibilidades para futuros proyectos en lenguas cooficiales y géneros menos convencionales.
Echevarría cree que este premio rompe barreras para las directoras, demostrando que pueden manejar presupuestos importantes y dirigir thrillers intensos. Además, resalta la importancia de La infiltrada en el contexto de la memoria histórica. Barrena, por su parte, enfatiza cómo El 47 ha transformado positivamente el barrio donde se desarrolla la historia. La película ha conseguido reunir a la comunidad y promover cambios tangibles en la realidad local. Ambos directores coinciden en que compartir el premio hace que sus obras sean aún más memorables e inolvidables.