En un debate televisivo crucial transmitido por Welt-TV, los candidatos Olaf Scholz y Friedrich Merz presentaron estrategias contrastantes para revitalizar la economía alemana y enfrentar desafíos migratorios. Scholz propuso incentivos económicos y reducciones fiscales, mientras que Merz enfatizó en la reforma tributaria y una política más estricta hacia los inmigrantes sin permiso de residencia. Ambos líderes se esforzaron por ofrecer soluciones a la recesión económica y a las preocupaciones sobre la inmigración.
Scholz y Merz expusieron visiones divergentes sobre cómo impulsar la economía alemana. Scholz abogó por medidas como un bono nacional para atraer inversiones extranjeras, limitar las tarifas eléctricas y reducir el IVA de alimentos. Además, insistió en mantener la intervención estatal en precios y reformar el freno de la deuda constitucional para permitir mayores inversiones públicas. Estas políticas buscan fortalecer la economía y apoyar a empresas y consumidores durante tiempos difíciles.
Por otro lado, Merz criticó las propuestas socialdemócratas como una repetición de políticas pasadas que aumentan impuestos y endeudamiento. En cambio, propuso reducir gradualmente los impuestos corporativos del 30% al 25%, lo que podría renunciar a ingresos fiscales significativos pero potencialmente estimular la competitividad empresarial y el crecimiento económico. Según Merz, estas medidas podrían revertir la tendencia de contracción económica y aumentar la recaudación fiscal a largo plazo. Aseguró que su plan fomentaría un rumbo de crecimiento sostenible para Alemania.
Merz destacó la necesidad de adoptar una postura más firme frente a la inmigración ilegal y la seguridad nacional. Propuso poner fin a la tolerancia hacia los inmigrantes sin permiso formal de residencia, citando incidentes recientes como justificación para endurecer las políticas migratorias. Su enfoque busca garantizar la seguridad interna y evitar situaciones similares en el futuro. También reconoció errores en su colaboración con partidos polémicos, asegurando que no formaría coaliciones con estos grupos si llegara a ser canciller.
El debate reveló que tanto Scholz como Merz reconocen dos grandes desafíos para Alemania: la economía y la migración. Mientras Scholz enfatiza en políticas sociales y económicas para proteger a Ucrania y mantener la ayuda financiera, Merz insiste en la necesidad de reformas estructurales y medidas más estrictas en materia de inmigración. Las encuestas sugieren que el bloque conservador liderado por Merz tiene ventaja, pero independientemente del resultado, ambos candidatos coinciden en la urgencia de abordar estos temas cruciales para el futuro del país.