La propuesta del departamento dirigido por Ernest Urtasun surge debido a la inestabilidad del edificio, agravada por las continuas filtraciones de agua. En los últimos meses, en La Rioja han tenido lugar hasta tres episodios de fuertes tormentas, en septiembre y octubre, que han causado daños adicionales en la estructura del monasterio. Ahora, el Ministerio de Cultura ha presentado un proyecto de inversión superior a 4,5 millones de euros para solucionar estos problemas.
El plazo fijado para las obras es de 24 meses, y será el Instituto del Patrimonio Cultural de España (IPCE) el que se encargue de ejecutarlas. Desde el Ministerio se asegura que estos últimos episodios de tormentas han "comprometido la integridad estructural del conjunto monástico", declarado Patrimonio Mundial por la UNESCO en 1997.
Los trabajos de reforma están planteados con "un doble objetivo". En primer lugar, se eliminarán los focos de humedad existentes en el interior del monasterio y se desviarán las aguas superficiales de su entorno para crear condiciones adecuadas. En segundo lugar, las obras buscarán dotar al edificio y al terreno sobre el que se asienta de una estabilidad estructural, a los pies de la Sierra de la Demanda. Dentro de estos trabajos, se incorporará "una sobrecubierta provisional que será retirada una vez garantizada la estanqueidad del conjunto".
Durante el proceso de obras, se centrarán en las cubiertas y en los elementos constructivos afectados por el paso del tiempo, como los muros, las arcadas y las soleras. "Dada la naturaleza del bien afectado, las actuaciones estarán fundamentadas en un profundo conocimiento del edificio, incluyendo el desarrollo de ensayos diagnósticos no invasivos, monitorización de movimientos estructurales, investigaciones y seguimiento arqueológico, y caracterización de materiales, entre otros", señalan desde el equipo de Urtasun.
El conjunto monástico de Suso y Yuso en San Millán de la Cogolla es la cuna del castellano, junto a Valdepuesta en Burgos. En su interior se conservan los documentos más antiguos en lengua castellana, las glosas emilianenses. Estos apuntes en los márgenes fueron anotados por los copistas cuando tenían dificultades para entender los textos en latín. Estos textos eran tanto en español como en euskera.
El Monasterio de Suso conserva en este momento el templo y las cuevas originales y está documentado desde el siglo VIII, aunque la construcción podría haberse producido en la segunda mitad del siglo VI como capilla rupestre de San Millán. El monasterio sobrevivió a la dominación islámica y recibió importantes donaciones, especialmente de los reyes navarros. En 1067, Sancho el Noble dejó el Monasterio de Suso como lugar de devoción tras consagrar la nueva iglesia en el cercano Yuso.
En 1997, la UNESCO declaró todo el conjunto Patrimonio de la Humanidad por el impacto religioso y cultural que tuvo tanto para las regiones de La Rioja y Navarra como para el conjunto del territorio nacional. Esta declaración es una prueba de la importancia histórica y cultural del Monasterio de Suso.