Antes de este triunfo, Andrés Santamarta Roig se había impuesto en el ITF J300 de Bradenton. Esta victoria le dio confianza y experiencia previa para enfrentarse al desafío del Orange Bowl. Su trayectoria en los torneos juniores lo convirtió en un jugador prominente y preparado para competir en eventos de nivel mundial.
El hecho de que haya ganado en torneos anteriores le dio una ventaja y una mentalidad de vencedor. Sabía que podía competir con los mejores jugadores de su edad y demostrar su talento en el escenario más importante.
El encuentro con Moise Kouame fue un desafío crucial para Santamarta. Kouame, tan solo 15 años, era considerado una promesa en el tenis junior. Sin embargo, Santamarta se mostró superior en la pista.
En la primera manga, Kouame se mantuvo cerca, llegando a 3-5, 15-0. Pero Santamarta no se desanimó. Mostró una gran capacidad de resistencia y recuperación, y comenzó a encarrilar la victoria. Su juego de ataque y defensa fue imparable, y poco a poco se alejó de Kouame.
El triunfo de Santamarta Roig no solo es una victoria individual, sino también un hito en la historia del tenis. Ha seguido la tradición de jugadores españoles que han ganado en torneos importantes del tenis junior.
Jugadores como José Luis Arilla, Manuel Orantes, Fernando Luna, Gabriel Urpí, Javier Sánchez, Albert Costa y Alberto Martín han marcado su nombre en la historia del tenis español. Ahora, Andrés Santamarta Roig se une a esta lista de héroes.
Además, el Orange Bowl es considerado un campeonato mundial oficioso de categoría sub-18 y sub-16. Ganar en este torneo es un logro significativo y demuestra el talento y la capacidad de Santamarta Roig.