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Beneficios del Entrenamiento de Fuerza en el Posparto y Durante el Embarazo
2025-05-10

El entrenamiento de fuerza ha ganado reconocimiento como una herramienta esencial para la salud, especialmente en momentos críticos como el embarazo y el posparto. Aunque en el pasado se asociaba erróneamente con un desarrollo muscular excesivo, hoy en día se sabe que este tipo de ejercicio regula funciones vitales del cuerpo y mejora tanto aspectos físicos como emocionales. En conversación con Mar Planas, experta en nutrición y entrenadora personal, descubrimos cómo integrar estos ejercicios antes, durante y después del embarazo para maximizar sus beneficios.

Mar Planas subraya que el entrenamiento de fuerza actúa como una "polipíldora" preventiva contra enfermedades no transmisibles y promueve un mejor autoconcepto independientemente de la apariencia física. Las mujeres pueden comenzar a practicarlo tan pronto como dos semanas después del parto, siempre bajo supervisión médica. Si la recuperación incluye una cesárea, el tiempo aumenta ligeramente, pero sigue siendo crucial iniciar cuanto antes actividades adaptadas, como ejercicios sentados, que no afectan negativamente al suelo pélvico.

Entre los principales beneficios destaca la protección de la densidad ósea, el fortalecimiento general del cuerpo, la mejora del sueño y la regulación hormonal. Además, contribuye a reducir flacidez y celulitis mientras incrementa la producción de colágeno y elastina. A nivel mental, ayuda a disminuir el estrés y fomenta la autoestima mediante la liberación de hormonas del bienestar.

Para implementar este tipo de entrenamiento tras el nacimiento de un bebé, Planas recomienda sesiones breves pero frecuentes. Entre 5.000 y 10.000 pasos diarios combinados con ejercicios específicos son suficientes para obtener resultados significativos. Es importante evitar actividades de alto impacto como correr o saltar, ya que podrían debilitar aún más el suelo pélvico.

Además de su papel en la recuperación postparto, el entrenamiento de fuerza también puede mejorar la fertilidad femenina. Regula el entorno endocrino, optimiza la circulación sanguínea en los órganos reproductivos y reduce inflamaciones, factores clave para facilitar un embarazo saludable. Según Planas, las mujeres que realizan este tipo de ejercicio tienden a experimentar partos más exitosos y menos intervenciones médicas.

En conclusión, el entrenamiento de fuerza representa una solución integral para las etapas preconcepción, embarazo y posparto. Con la guía adecuada y ajustes personalizados, puede convertirse en un aliado fundamental para mejorar tanto la calidad de vida como la capacidad reproductiva de las mujeres. Este enfoque holístico resalta cómo cuidar el cuerpo puede traducirse en bienestar físico y emocional duradero.

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