En medio de un verano excepcionalmente c\u00e1lido, Extremadura ha vuelto a ser el epicentro de la preocupaci\u00f3n por las altas temperaturas, especialmente durante las horas nocturnas. Los habitantes de esta regi\u00f3n espa\u00f1ola se enfrentan a un desaf\u00edo recurrente: c\u00f3mo sobrellevar el calor asfixiante que impide el descanso. Lejos de la resignaci\u00f3n, la poblaci\u00f3n ha desarrollado una serie de estrategias ingeniosas, que van desde soluciones pr\u00e1cticas y cotidianas hasta t\u00e1cticas m\u00e1s ins\u00f3litas, para mitigar el impacto de las noches tropicales. Este fen\u00f3meno meteorol\u00f3gico, aunque familiar para los extreme\u00f1os, subraya la necesidad de adaptaci\u00f3n constante ante un clima cada vez m\u00e1s extremo.
\nEn el coraz\u00f3n de un verano implacable, durante la segunda ola de calor del a\u00f1o, la regi\u00f3n de Extremadura se ha visto particularmente afectada. El pasado martes, a la medianoche, siete de las diez temperaturas m\u00e1s elevadas registradas en todo el territorio nacional correspond\u00edan a localidades extreme\u00f1as. La poblaci\u00f3n de Coria, en la provincia de C\u00e1ceres, marc\u00f3 un impresionante registro de 33.2\u00b0C, seg\u00fan datos proporcionados por la Agencia Estatal de Meteorolog\u00eda. Otros municipios como Castuera, Aliseda, Puerto Rey, la capital C\u00e1ceres, Ca\u00f1averal y Trujillo tambi\u00e9n experimentaron temperaturas nocturnas extremadamente elevadas, complicando el descanso de sus habitantes.
\nAnte esta situaci\u00f3n, los residentes han ideado diversas formas de paliar el calor. Paulino, oriundo de Las Hurdes y ahora en C\u00e1ceres, describe la rutina diurna de encierro y el alivio que brindan las piscinas naturales por la noche en su comarca. Sin embargo, en la capital, la vida se traslada a las horas m\u00e1s frescas, evitando incluso cocinar para no a\u00f1adir m\u00e1s calor al hogar.
\nAvellaneda D\u00edaz, una cacere\u00f1a de 43 a\u00f1os, comparte sus experiencias m\u00e1s extremas: desde buscar refugio en la terraza o bajo la escalera, el lugar m\u00e1s fresco de la casa de sus padres, hasta dormir en la ba\u00f1era en noches especialmente t\u00farridas. Incluso, al carecer de aire acondicionado central, su familia recurre a un aparato port\u00e1til que trasladan a las \u00e1reas m\u00e1s frescas. Cuando el calor es insoportable, Avellaneda opta por paseos nocturnos prolongados, posponiendo el regreso a casa lo m\u00e1ximo posible.
\nAna Benito de Valle, tambi\u00e9n de C\u00e1ceres, revela un m\u00e9todo casero y curioso: introduce una botella de agua congelada en su cama y la toca con el pie para regular su temperatura corporal, una t\u00e1ctica que ha perfeccionado a lo largo de los a\u00f1os. Para ella, las duchas de agua fr\u00eda antes de dormir son tambi\u00e9n un salvavidas esencial cuando el aire acondicionado falla.
\nJuan Francisco, de 31 a\u00f1os, relata una an\u00e9cdota de un fin de semana en casa de su abuela en el pueblo. Confiando en la frescura de las antiguas casas de pueblo, durmi\u00f3 en una habitaci\u00f3n sin ventanas. Despert\u00f3 empapado en sudor y, buscando alivio, opt\u00f3 por dormir en el suelo, una decisi\u00f3n que le dej\u00f3 con una molesta rigidez en la espalda a la ma\u00f1ana siguiente.
\nJos\u00e9 Luis, un veterano de 64 a\u00f1os de Coria, adopta una postura m\u00e1s pragm\u00e1tica, argumentando que el calor en Extremadura no es una novedad. Para \u00e9l, la diferencia actual radica en la precisi\u00f3n con la que se miden y reportan las temperaturas, lo que genera una mayor percepci\u00f3n de alarma. Sostiene que, con una ventana abierta, las noches son manejables, y que el calor es un componente natural de la vida en la regi\u00f3n, esencial para el cultivo de productos locales como tomates y sand\u00edas.
\nFrancisco Martos, un residente de Castuera, a\u00f1ade con humor que lo que antes se resum\u00eda en un simple \u00a1qu\u00e9 calor!, ahora se denomina \u201cestr\u00e9s t\u00e9rmico\u201d. Bromea sobre un \u201cmicrochip\u201d innato en los extreme\u00f1os que les permite soportar el calor. Para Martos, la clave est\u00e1 en la rutina: realizar las tareas importantes temprano y buscar la sombra durante las horas de m\u00e1xima insolaci\u00f3n. Acepta con normalidad que Castuera figure entre las localidades con las noches m\u00e1s c\u00e1lidas, sugiriendo que es una realidad constante con la que la comunidad ha aprendido a convivir.
\nLa perspectiva general que emerge de estos testimonios es de una combinaci\u00f3n de resignaci\u00f3n y creatividad. En la gasolinera de Aliseda, el encargado lo resume brevemente: cada uno se las arregla con lo que tiene, ya sea aire acondicionado o un simple ventilador. La vida sigue, adapt\u00e1ndose a las exigencias del clima extreme\u00f1o con una mezcla de ingenio y perseverancia.
\nComo periodista, la adaptaci\u00f3n y resiliencia de los extreme\u00f1os ante las olas de calor son verdaderamente inspiradoras. Lejos de la victimizaci\u00f3n, sus relatos revelan una capacidad humana admirable para encontrar soluciones pr\u00e1cticas y, a menudo, ingeniosas, frente a desaf\u00edos ambientales extremos. La normalizaci\u00f3n del calor, aunque comprensible dada la historia clim\u00e1tica de la regi\u00f3n, tambi\u00e9n nos lleva a reflexionar sobre la creciente intensidad de estos fen\u00f3menos. \u00bfHasta qu\u00e9 punto podremos seguir dependiendo del ingenio individual? Esta situaci\u00f3n subraya la urgencia de buscar soluciones m\u00e1s amplias y sostenibles para la adaptaci\u00f3n al cambio clim\u00e1tico, garantizando que el bienestar de las comunidades no dependa \u00fanicamente de la creatividad personal, sino de pol\u00edticas y tecnolog\u00edas que respalden su calidad de vida.