En esta semana, Chau Fernández-Gago Puga nos presenta dos recetas emblemáticas adaptadas a la modernidad. Estas creaciones fusionan ingredientes tradicionales con técnicas innovadoras. El salmón con costra de pistachos ofrece un juego de sabores y texturas únicos mientras que la tarta de queso mascarpone y frambuesas es una tentación irresistible para los amantes del postre. Ambas preparaciones invitan a explorar el arte culinario desde una perspectiva creativa.
La propuesta gastronómica combina elementos locales con influencias internacionales. Con estas recetas, se busca no solo preservar las raíces culturales de A Coruña sino también promover la participación activa de quienes deseen compartir sus experiencias en nuestras redes sociales.
Esta primera receta redefine al salmón mediante una presentación novedosa. La mezcla de especias ibéricas, la cremosidad del queso untado y la crocancia de los pistachos transforma este plato en una experiencia sensorial única. La clave está en integrar cada ingrediente cuidadosamente, asegurando que todos los sabores resalten armoniosamente.
Para prepararlo, comienza colocando el filete de salmón sobre una fuente apta para horno. Salpimienta ligeramente y agrega especias específicas para darle un toque autóctono. Mezcla el queso untado con mayonesa hasta obtener una consistencia suave que cubra completamente el pescado. Tritura los pistachos y espolvoréalos encima, asegurándote de que formen una capa uniforme. Finalmente, añade unas gotas de aceite de oliva antes de hornearlo durante 20 minutos o hasta que esté dorado y jugoso. Acompáñalo con patatas cocidas para completar esta obra maestra culinaria.
Este segundo manjar representa un equilibrio perfecto entre lo dulce y fresco. Su base ligera contrasta con el relleno cremoso y las frambuesas aportan un toque ácido que revitaliza el paladar. Es ideal tanto para ocasiones especiales como para disfrutar en cualquier momento.
Comienza preparando la base utilizando tres hojas de masa filo alternando capas de mantequilla derretida para garantizar su crujiente textura. Reserva mientras preparas el relleno mezclando queso mascarpone con yemas de huevo y azúcar glas hasta lograr una consistencia homogénea. Vierte esta mezcla sobre la masa y dobla los bordes hacia adentro para crear un marco decorativo. Espolvorea almendra molida y distribuye las frambuesas por el centro antes de hornear a 180°C durante 35 minutos. Una vez listo, déjalo enfriar, desmóldalo y finaliza espolvoreando más azúcar glas justo antes de servir.