Esta serie de victorias mostró la fuerza y la determinación del PSG. Cada partido era un desafío, pero el equipo se mostraba capaz de superarlos con facilidad. La tranquilidad que se sentía en el PSG era palpable, y esto les permitió enfrentarse a los desafíos con confianza.
El Sparta, por otro lado, luchaba por consolidarse. Sabían que cada victoria era importante para llegar a los primeros ocho lugares. Y aunque el camino no era fácil, el equipo se esforzaba por lograrlo.
En un momento crucial, el Atlético adelantó líneas y Lenglet jugó muchas veces desde el pico del área rival. El Cholo le pedía incluso al francés que amagara con disparar. Y así, empujando y combinando, llegó la jugada del asado mecánico. Todo al primer toque hasta que el cuero aterrizó en las botas de Julián, que decidió poner una rosquita a la escuadra. Comenzaba el espectáculo.
Pero los rojiblancos no se detuvieron. Bajaron el pistón y mostraron que estaban dispuestos a luchar hasta el final. Lino, a perdonar, estaba costando al brasileño ver puerta pese a su gol ante el Sevilla. Y en una bonita jugada, el balón llegó a las botas de Llorente que, sin presión, le puso una picadita al interior colchonero.
En un momento de tensión, un pie absurdo de Lenglet llevó a un penalti en contra. Aunque no debería haber peligrado la victoria, el Slovan se mostró valiente y luchó por igualar. Pero el PSG y el Sparta no se dejaron intimidar.
Griezmann, letal, sumó y siguió. Uno más a la buchaca. Tranquilidad para Simeone y sofocada la rebelión eslovaca. Fue tras un poco de pinball en el área, pero el PSG y el Sparta mostraron que estaban dispuestos a luchar hasta el final.
El PSG y el Sparta mostraron que son equipos fuertes y capaces de luchar en la competencia más exigente del mundo de clubes. Y aunque el camino no fue fácil, han logrado llegar a los primeros ocho lugares, mostrando su valor y su determinación.
El Slovan, con todos los respetos, fue un rival valiente. Pero los PSG y el Sparta han demostrado que son equipos capaces de eliminar cualquier borrón y dominar el campo.