En un giro inesperado, las búsquedas en plataformas convencionales como Google están experimentando una disminución significativa. Este fenómeno, impulsado por el auge de herramientas como ChatGPT, marca un cambio radical en cómo los usuarios buscan información en línea. Según datos revelados por un ejecutivo de Apple, esta tendencia no se había visto en las últimas dos décadas. Expertos comparan este momento con el error estratégico que cometió Microsoft al subestimar la importancia de los smartphones, lo que permitió que el iPhone transformara el mercado tecnológico. El impacto de la inteligencia artificial en las consultas de búsqueda está siendo tan disruptivo como lo fue el comercio electrónico para grandes cadenas como Walmart.
En medio de una era digital en constante evolución, plataformas emergentes como TikTok han capturado la atención de los jóvenes, quienes ahora realizan sus consultas directamente en estas redes sociales. Solo en TikTok, se registran más de 3.000 millones de consultas diarias. Este cambio cultural refleja cómo las nuevas generaciones prefieren soluciones rápidas e intuitivas proporcionadas por sistemas basados en IA. Mientras tanto, gigantes como Google han respondido implementando respuestas rápidas impulsadas por inteligencia artificial, adaptándose así a las demandas del mercado actual. Hoy en día, ya sea para traducir correos electrónicos, encontrar recetas o planificar viajes internacionales, muchas personas abren ChatGPT sin pensarlo dos veces.
Este fenómeno ha generado preocupación sobre el poder creciente de estos procesadores de lenguaje. Algunos expertos, como Éric Sadin, advierten que estas herramientas pueden influir profundamente en nuestros comportamientos, haciéndonos creer que estamos tomando decisiones autónomas cuando, en realidad, son diseñadas para guiarnos hacia ciertas acciones.
Desde una perspectiva histórica, este avance tecnológico evoca reminiscencias del Internet temprano, aquel de finales de los 90 y principios de los 2000, caracterizado por su simplicidad y propósito utilitario. Antes de que los algoritmos dominaran nuestras experiencias en línea, el Internet primigenio ofrecía una plataforma básica pero efectiva para facilitar nuestras vidas.
Con cada nueva tecnología, el mundo digital sigue reinventándose, dejando atrás herramientas obsoletas mientras adopta mejoras significativas.
Desde un punto de vista periodístico, este cambio nos invita a reflexionar sobre cómo la conveniencia puede alterar nuestras interacciones con la tecnología. Si bien la inteligencia artificial promete mayor eficiencia, también plantea preguntas éticas importantes sobre la influencia que ejerce en nuestras decisiones cotidianas. En última instancia, es crucial equilibrar la facilidad que ofrece con la necesidad de mantener nuestro control sobre el uso responsable de estas herramientas.