El actor murciano Jaime Lorente, reconocido por su papel en "La casa de papel", comparte sus reflexiones sobre la fama, el crecimiento personal y las complejidades de la actuación. Conocido por interpretar personajes duros y carismáticos, Lorente revela cómo su apariencia física ha moldeado su carrera profesional y cómo ha enfrentado los desafíos que trae consigo el éxito repentino. En su nueva película "Hamburgo", interpreta un rol con múltiples matices, destacando la importancia de abordar problemas emocionales y psicológicos de manera adecuada. Además, habla sobre la inseguridad inherente a la profesión actoral, su relación con la fama y su próxima incursión como director.
Desde su debut en "La casa de papel" hasta su participación en "Élite", Jaime Lorente ha transitado una carrera llena de altibajos. Aunque su imagen pública lo ha etiquetado como un tipo duro, su personalidad real es todo lo contrario. Durante nuestra conversación, Lorente explica cómo gestionó el éxito temprano y las expectativas que este generó. "Cuando tienes 21 años y te conviertes en una estrella, sientes una presión tremenda para mantener ese nivel", comenta. Reconoce que pasó por momentos difíciles donde incluso perdió el amor por su trabajo debido al estrés y las exigencias externas.
En "Hamburgo", su más reciente proyecto cinematográfico, encarna a un conductor involucrado en una red de trata de personas. Este papel le permitió explorar temas delicados y aprender valiosas lecciones sobre decisiones equivocadas y sus consecuencias. "Uno no cae directamente en situaciones oscuras; es un proceso gradual lleno de pequeñas elecciones incorrectas", reflexiona. A través de esta experiencia, comprendió la importancia de buscar ayuda profesional cuando se enfrentan problemas mentales o adicciones.
La fama también ha impactado su vida personal, especialmente como padre. Reconoce que aunque ser reconocido tiene beneficios, limita ciertas libertades familiares. "Es difícil explicarle a tus hijos por qué deben evitar hablar con desconocidos cuando constantemente das autógrafos y te tomas fotos con extraños", menciona. Sin embargo, considera que vale la pena continuar trabajando arduamente porque la satisfacción profesional compensa los sacrificios personales.
Ahora, Lorente está emocionado por su próximo proyecto como director. Después de cinco años preparándose, finalmente comenzará su primera película en octubre. Expresa tranquilidad ante este nuevo desafío, comparándolo favorablemente con la intensidad de actuar frente a cámara. Su entusiasmo radica en colaborar creativamente con otros artistas, algo que disfruta profundamente. También reconoce errores pasados en redes sociales, aprendiendo a manejar críticas y polémicas con mayor sabiduría.
Más allá de su trayectoria profesional, Lorente mantiene un fuerte vínculo con sus orígenes murcianos. Defiende apasionadamente su ciudad natal, destacando su belleza y cultura únicas. Considera que Murcia es infravalorada y merece ser celebrada por quienes la visitan o llaman hogar.
Con cada paso en su carrera, Jaime Lorente demuestra madurez y autenticidad. Ha aprendido a equilibrar su imagen pública con su verdadero yo, superando barreras internas y externas. Mientras mira hacia el futuro con optimismo, sigue siendo consciente de las responsabilidades que vienen con el éxito y busca inspirar a otros a hacer lo mismo.