Fútbol
El Barcelona Sobrevuela la Supercopa: Un Desastre para el Madrid en Arabia Saudí
2025-01-12
En un partido memorable, el Barcelona demostró su superioridad en la final de la Supercopa de España celebrada en Yeda. Con una actuación excepcional, el equipo culé superó al Real Madrid por 2-5, marcando un hito en la rivalidad histórica entre ambos clubes. La derrota del Madrid no solo fue un revés deportivo, sino también un golpe moral que dejó a los aficionados blancos con muchas preguntas sobre el futuro del equipo bajo la dirección de Ancelotti.
Una Noche Inolvidable para el Barcelona y una Pesadilla para el Madrid
La Previa: Expectativas y Presagios
La final de la Supercopa de España en Yeda era más que un simple partido; era un enfrentamiento entre dos gigantes del fútbol mundial. Antes del encuentro, las estadísticas hablaban por sí mismas: Carlo Ancelotti nunca había logrado ganar el mismo título dos años consecutivos en sus más de tres décadas como entrenador. Este dato añadía presión al ya tenso ambiente. El Barcelona, dirigido por Julian Flick, mostraba ambición y confianza, recordando que el 0-4 en el Bernabéu era exactamente el estilo de juego que deseaban exhibir. Los equipos se presentaron con sus mejores plantillas, dispuestos a darlo todo en el campo.La previa también destacaba la importancia de la defensa, tal como lo señaló Ancelotti. Sin embargo, poco se sabía entonces de cómo esto influiría en el desarrollo del partido. La tensión era palpable, y todos esperaban un duelo intenso y emocionante.El Comienzo Prometedor del Madrid y el Desplome Rápido
Los primeros minutos parecían augurar un partido equilibrado. Kylian Mbappé adelantó al Madrid en el minuto 4, aprovechando un contraataque tras un córner del Barça. La jugada inicial del francés, con una bicicleta sobre Ferran Torres, puso a los blancos en ventaja. Sin embargo, esta alegría duró apenas unos instantes. El Barcelona reaccionó rápidamente, asentándose en el césped saudí y comenzando a dominar el juego.El conjunto azulgrana creó superioridades en las zonas más débiles del Madrid, especialmente donde Lucas Vázquez y Aurélien Tchouaméni estaban ubicados. Estos espacios fueron cruciales para el desarrollo del ataque culé. En el minuto 21, Lamine se plantó en el área en apenas tres toques, marcando el empate. Koundé encontró a Lewandowski, quien batió a Courtois con calma. La eficacia del Barcelona era evidente, y el Madrid comenzaba a mostrar signos de desesperación.El Golpe Definitivo: La Manita en 50 Minutos
El segundo tiempo fue un auténtico desastre para el Madrid. Tras el descanso, cualquier esperanza de remontada se esfumó rápidamente. Camavinga cometió penalti sobre Gavi en el minuto 35, permitiendo a Lewandowski ampliar la ventaja desde los once metros. Esto hundió aún más al equipo blanco, que ya estaba en caída libre. Raphinha aprovechó nuevamente los errores posicionales de Lucas y Tchouaméni para marcar el tercer gol en el minuto 39. El Madrid estaba noqueado, sin capacidad de respuesta.El tiempo añadido del primer tiempo vio a Balde anotar el cuarto gol en una contra rápida, mientras que Rodrygo erró un disparo que pudo haber cambiado el rumbo del partido. Sin embargo, en el minuto 59, Raphinha encontró oro a la espalda de Tchouaméni, recortó al francés y batió a Courtois. Cinco goles en 50 minutos sellaron la victoria del Barcelona y destrozaron las sensaciones del Madrid.Las Repercusiones Post-Match: Ancelotti en el Ojo del Huracán
El partido terminó con una roja a Szczesny por una falta sobre Mbappé, seguida de un golazo de Rodrygo en la falta posterior. El Madrid, experto en gestas, parecía incapaz de reaccionar. Ni su cabeza ni su fútbol respondieron, y el Barcelona levantó su 15ª Supercopa de España con una victoria contundente.La derrota dejó a Ancelotti en el ojo del huracán. Las críticas no tardaron en llegar, cuestionando su estrategia y la preparación del equipo. Para el Barcelona, la victoria fue un paso importante hacia la consolidación de su dominio en el fútbol español. La manita en Yeda no solo fue un triunfo deportivo, sino también un mensaje claro sobre quién manda en el escenario nacional e internacional.