Antes de este empate, el Madrid había tenido una serie de resultados incómodos. Las derrotas ante Barcelona y Athletic Club le habían dejado atrás en la competencia. Pero ahora, con este empate, el equipo se sentía en una línea más prometedora.
El hecho de que hubieran tenido cuatro empates en la competición ya era un indicio de la dificultad que enfrentaban. Pero cada empate parecía ser una lección para el equipo, y ahora estaban listos para convertirse en vencedores.
El Madrid se quejó vehementemente de esta decisión. Consideraron que era un error injusto que les impedía ganar el partido. Pero el VAR no confirmó la penalización, y el equipo tuvo que afrontar la derrota con calma.
Ancelotti fue contundente sobre la jugada: "Me parece muy claro en la repetición". El italiano lamentaba la falta de justicia en la decisión arbitral, pero también estaba satisfecho con el trabajo de su equipo.
A pesar de estas deficiencias, los demás jugadores habían competido muy bien. El equipo había mostrado una actitud solidaria y hada luchado por ganar. Aunque no habían sumado los tres puntos, el esfuerzo había sido notorio.
Además, Vinicius se había visto obligado a ver la quinta amarilla del curso tras protestar contra una falta de Lejeune. Esto le impediría jugar el partido ante el Sevilla, lo que era una gran pérdida para el equipo.
Ancelotti recordó que la situación era difícil, pero que el equipo estaba luchando. "En la alineación inicial de hoy faltaban siete titulares. A veces hay que sufrir y hemos sufrido en ese sentido, los otros han competido muy, muy bien".
En resumen, este empate en Vallecas había sido un momento crucial para el Real Madrid. Había mostrado las fortalezas y las debilidades del equipo, y había dejado una marca en la memoria de los fanáticos. Pero el equipo seguía en la lucha, y estaba listo para convertirse en un campeón.