En un partido lleno de emociones y giros inesperados, el Real Madrid encontró la forma de mantenerse vivo en la Copa del Rey gracias a una actuación memorable del joven Endrick y el decisivo Kylian Mbappé. El equipo blanco, que había experimentado dificultades desde el comienzo del encuentro, logró remontar ante un Celta de Vigo que mostró gran solidez defensiva y aprovechó las dudas del conjunto merengue. Aunque los cambios tácticos no rindieron frutos inmediatos, el talento individual de Mbappé y la frescura de Endrick fueron claves para revertir la situación y evitar una eliminación prematura.
El duelo comenzó con el Celta controlando el juego, implementando una estrategia defensiva que dejaba poco espacio para el ataque del Madrid. Los gallegos, liderados por jugadores jóvenes como Mingueza e Ilaix Moriba, supieron manejar la presión inicial y cerraron los caminos hacia su portería. Mientras tanto, el equipo de Ancelotti parecía lento y descoordinado, lo que llevó al entrenador a realizar ajustes en busca de una reacción. Sin embargo, errores individuales, como los de Camavinga y Asensio, complicaron aún más las cosas, forzando la prórroga.
La entrada de Endrick cambió el panorama. A sus 18 años, el delantero demostró una madurez sorprendente, aprovechando cada oportunidad que se le presentó. Su gol, en un momento crucial del partido, revivió las esperanzas del Madrid y devolvió la confianza a un equipo que necesitaba un impulso. La figura de Mbappé también fue fundamental. Aunque ya estaba fuera del campo cuando el Celta tomaba ventaja, su regreso al terreno de juego fue decisivo. Con una acción veloz dentro del área, el francés marcó la diferencia, mostrándose como el líder que el equipo necesita en momentos difíciles.
Más allá del resultado final, el partido reveló aspectos preocupantes sobre el estado actual del Madrid. La derrota en la Supercopa de España sigue pesando, y los cambios realizados por Ancelotti no han logrado estabilizar el rendimiento del equipo. Aun así, la victoria en esta ocasión demuestra que, pese a las dificultades, el conjunto blanco aún tiene recursos para competir. La aparición de Endrick y la contundencia de Mbappé son señales prometedoras de que el Madrid puede encontrar soluciones internas para superar este período de incertidumbre.
El triunfo en el Bernabéu es más que una simple clasificación para los cuartos de final. Es un mensaje claro de que, aunque el camino no ha sido fácil, el Madrid sigue siendo capaz de responder en los momentos cruciales. La combinación de experiencia y juventud, representada por Mbappé y Endrick, ofrece esperanza para el futuro. Ahora, el desafío será mantener esa chispa y traducirla en consistencia, algo que Ancelotti y su equipo deberán trabajar arduamente para lograr.