La historia de Raymundo González y su familia desvela un plato único que ha permanecido en secreto durante generaciones. Este segundo hijo entre cinco hermanos, con una pasión culinaria innata, presenta las albóndigas cimarronas, un manjar que se distingue por sus ingredientes peculiares y su preparación meticulosa. Esta receta, que no puede hallarse en la red, ahora ve la luz gracias a una colaboración televisiva. La preparación incluye un caldo perfumado con hierbas especiales y carne mezclada, ofreciendo un sabor auténtico que combina tradición y amor familiar.
Raymundo González, junto a su madre Virginia, comparte una receta única que ha sido preservada dentro del núcleo familiar. Este plato, conocido como albóndigas cimarronas, nunca antes había sido revelado al público debido a su naturaleza privada. A través de una experiencia televisiva, Raymundo y Virginia han podido mostrar cómo este manjar se elabora, permitiendo que más personas puedan disfrutar de esta exquisitez. La receta se caracteriza por su uso de ingredientes locales y su proceso detallado.
Este plato tiene un origen misterioso y su nombre evoca imágenes de libertad y rusticidad. Raymundo y Virginia explican que desconocen el motivo detrás de su denominación, pero eso no resta valor a su sabor inigualable. La receta es una joya familiar que ha sobrevivido a través de los años, manteniendo intacta su esencia original. Ahora, gracias a esta oportunidad mediática, la receta podrá ser apreciada más allá de las paredes del hogar de los González Barranco.
Las albóndigas cimarronas son un ejemplo perfecto de cómo la cocina tradicional puede convertirse en algo extraordinario. El plato se basa en un caldo blanco aromatizado con hierbas específicas, acompañado de albóndigas de carne de res y cerdo, y verduras cultivadas localmente. Este manjar combina sabores intensos con texturas variadas, creando una experiencia gastronómica memorable.
El procedimiento para preparar estas albóndigas comienza con la mezcla de carnes molidas y otros ingredientes básicos. Luego, se realiza un sofrito con ajo, cebolla y chiles chipotle secos, al cual se le agrega agua para formar el caldo base. Las albóndigas se incorporan y se cocinan a fuego medio durante media hora. Finalmente, se añaden las verduras y las flores de calabaza, junto con hojas de epazote, para darle ese toque final que lo hace especial. Esta preparación refleja la dedicación y el amor que Raymundo y su familia ponen en cada bocado.