En el país, se ha iniciado un proceso significativo para modernizar el sistema de prescripción médica. A partir del primero de enero, según lo dispuesto por el Ministerio de Salud a través del Decreto 345/2024, las recetas electrónicas se han convertido en una opción prioritaria. Sin embargo, esta medida no es absoluta, ya que varias jurisdicciones mantienen sus propias leyes o modalidades parciales. En particular, la provincia de Buenos Aires permite tanto recetas digitales como en papel, mientras que algunos profesionales farmacéuticos señalan que el sistema aún requiere desarrollo y coordinación.
El primer día del año marcó el inicio oficial de la implementación de la receta electrónica en todo el territorio argentino. Este cambio, impulsado por el Ministerio de Salud, busca modernizar el sistema de prescripción médica mediante plataformas registradas en el ReNaPDiS. No obstante, la transición no es uniforme en todo el país. En algunas provincias, como Buenos Aires, CABA, Chubut y La Rioja, ya existen leyes propias que regulan este proceso, permitiendo la coexistencia de recetas en papel y digitales.
Alejandra Gómez, presidenta del Colegio de Farmacéuticos de Buenos Aires, explicó que en su provincia se pueden usar ambas formas de recetas. Desde febrero de 2023, la receta electrónica bonaerense coexiste con la tradicional en papel. Sin embargo, la interconectividad entre los sistemas prescriptorios y las bases de datos sigue siendo un desafío, lo que puede dificultar el acceso a la receta electrónica en las farmacias.
Rubén Sajem, director del Centro de Profesionales Farmacéuticos Argentinos, también destacó que la fecha del primero de enero es más bien tentativa, y que el sistema aún está en desarrollo. Mencionó que varias provincias no han adherido al sistema nacional y que otras tienen sus propias modalidades. Esto significa que en situaciones como viajes o vacaciones, las personas podrán seguir utilizando las recetas en papel según la normativa local.
El objetivo final es asegurar que las recetas no sean usadas repetidamente y que el sistema sea seguro y eficiente. Sin embargo, la autoridad sanitaria reconoce que aún queda trabajo por hacer para conectar todos los sistemas y reglamentar completamente el proceso.
Desde la perspectiva de un periodista, esta medida representa un paso importante hacia la digitalización de la atención médica, pero también pone de manifiesto los desafíos logísticos y técnicos que deben superarse para garantizar su éxito total. Es crucial continuar trabajando en la integración de sistemas y la educación del público para facilitar una transición fluida y efectiva hacia la era de la receta electrónica.