A partir del 1° de enero de 2025, se ha establecido oficialmente la modalidad de recetas electrónicas para la prescripción de medicamentos en gran parte del país. Esta medida incluye a hospitales, centros médicos privados, consultorios y farmacias, promoviendo una digitalización total desde la prescripción hasta la dispensa de medicamentos. Aunque las zonas remotas sin conectividad aún podrán utilizar recetas manuscritas como medida excepcional, el objetivo es que todas las jurisdicciones adopten este sistema en un futuro cercano.

Nuevos Procedimientos de Prescripción Electrónica en el Sector de la Salud

En esta era de avances tecnológicos, el Ministerio de Salud ha implementado un cambio significativo en el sistema sanitario del país. Desde principios de 2025, los profesionales médicos pueden emitir recetas electrónicas a través de plataformas digitales autorizadas, disponibles gratuitamente en dispositivos móviles. Este nuevo proceso cubre todos los puntos de atención médica, desde hospitales públicos hasta clínicas privadas, facilitando el acceso a medicamentos para los pacientes.

Las recetas electrónicas deben contener información detallada sobre el paciente, el profesional que prescribe, la cobertura médica y los medicamentos por su nombre genérico o principio activo. Además, estas recetas permiten la adquisición parcial de medicamentos si no están disponibles en su totalidad en una farmacia específica. El sistema digital anula automáticamente los productos dispensados, manteniendo vigentes los restantes para futuras compras.

Actualmente, diecisiete jurisdicciones ya cuentan con este servicio, mientras que otras áreas continúan trabajando para integrarlo. Las recetas manuscritas seguirán siendo válidas solo en situaciones excepcionales, como en zonas de difícil acceso o en caso de fallas del sistema.

Desde la perspectiva de un periodista, esta iniciativa representa un paso importante hacia la modernización del sector de la salud. Al simplificar el proceso de prescripción y dispensación de medicamentos, se mejora la eficiencia y precisión en la atención médica, beneficiando tanto a los profesionales como a los pacientes. Sin embargo, también es crucial garantizar que todas las regiones tengan acceso a la tecnología necesaria para aprovechar al máximo este avance.