Una falla eléctrica en una barredora, que se presume fue el desencadenante, provocó un conato de incendio en el interior de la Mezquita Catedral de Córdoba. El suceso, que tuvo lugar después de las nueve de la noche, afectó zonas específicas de las naves de Almanzor, concretamente las capillas del Batisterio y del Espíritu Santo. Estas áreas, según informes, se utilizaban para almacenar equipos y materiales del personal de mantenimiento.
Tres unidades de bomberos de Córdoba se movilizaron con celeridad para extinguir las llamas en este monumento declarado Patrimonio de la Humanidad. Aunque la magnitud exacta de los daños requiere una evaluación exhaustiva una vez que el fuego esté completamente sofocado, las primeras estimaciones del alcalde de la ciudad, José María Bellido, sugieren que los perjuicios serán limitados, descartando la posibilidad de una catástrofe.
La vista del humo ascendiendo desde la Mezquita, símbolo emblemático de Córdoba y su atracción turística principal, generó gran alarma entre los transeúntes. El alcalde de Córdoba se personó en el lugar para supervisar las operaciones de extinción y coordinar los recursos municipales necesarios con el Cabildo Catedralicio, propietario del monumento, para asegurar tanto la seguridad de las personas como la integridad de la edificación.
La Policía Local estableció un perímetro de seguridad alrededor del edificio para resguardar a la población y facilitar el trabajo de los equipos de bomberos. Aproximadamente a las once de la noche, las llamas estaban controladas, aunque los bomberos continuaban enfriando las estructuras para evitar cualquier rebrote. El obispo de Córdoba, Demetrio Fernández, extendió su agradecimiento a la \"divina providencia y a los bomberos\" por su ágil y eficiente respuesta, que, según él, previno daños mucho más severos.
El obispo Fernández también buscó tranquilizar a los interesados por el estado de la Mezquita, recibiendo llamadas de preocupación de todas partes del mundo. La memoria del trágico incendio de la Catedral de Notre Dame en París generó temores iniciales sobre un desenlace similar, pero la situación en Córdoba fue exitosamente controlada a tiempo, disipando los peores presagios.
La construcción de este emblemático monumento comenzó en el año 786 como mezquita, durante el Emirato Omeya, y fue objeto de múltiples expansiones hasta convertirse en el segundo templo islámico más grande de su época. Tras la Reconquista, fue transformada en catedral, incorporando una basílica renacentista. Designada Patrimonio de la Humanidad por la Unesco en 1984, es un pilar del arte islámico en España. La Mezquita-Catedral ha enfrentado dos incendios previos: uno en 1910 por una descarga eléctrica y otro en 2021 debido a la explosión de aerosoles, que afectó documentos de archivo.
El monumento ha sido objeto de debate desde 2006, cuando la Diócesis de Córdoba registró la propiedad a su nombre por una tarifa simbólica, una acción habilitada por la Ley Hipotecaria de 1998. Aunque una iniciativa ciudadana, con el respaldo de historiadores y expertos legales, intentó revocar esta situación, sus esfuerzos no tuvieron éxito.