La capital india, Nueva Delhi, se encuentra inmersa en un debate complejo y una crisis de salud pública provocada por la ingente cantidad de perros sin hogar que deambulan por sus calles. Este desafío no solo afecta la calidad de vida de los ciudadanos, sino que también tiene graves implicaciones para la salud pública debido a la prevalencia de la rabia. Las autoridades buscan implementar medidas para controlar la población canina, lo que ha generado una considerable controversia entre quienes priorizan la seguridad ciudadana y aquellos que defienden los derechos de los animales.
\nEn el corazón del problema yace la presencia masiva de canes que, a pesar de sus esfuerzos, no han podido ser controlados eficazmente. La mayoría de estos animales sobreviven en condiciones precarias, lo que se refleja en su apariencia y en las marcas de su lucha diaria por la subsistencia. La cohabitación entre humanos y estos animales es una realidad constante, con niños interactuando con ellos y manadas deambulan entre los mercados y las concurridas vías de la ciudad. Sin embargo, detrás de esta imagen cotidiana se esconde una amenaza latente: la rabia, una enfermedad letal que ha convertido a la India en el epicentro de un tercio de las muertes mundiales por esta causa.
\nLa preocupación por la salud pública se ha intensificado, llevando al Tribunal Supremo de la India a dictar una orden el pasado 11 de agosto, instando a las autoridades de Delhi a iniciar un plan de retirada, esterilización y reubicación permanente de los perros callejeros en refugios. Esta decisión ha sido bien recibida por una parte de la ciudadanía, que la considera una medida necesaria para afrontar la crisis. No obstante, las organizaciones dedicadas a la protección animal han manifestado su oposición, argumentando que la solución no radica en la retirada forzosa sino en programas de control de natalidad a largo plazo.
\nEl Tribunal Supremo ha enfatizado la gravedad de la situación, describiéndola como \"extremadamente sombría\". Ha fijado un plazo de ocho semanas para que las entidades cívicas de la capital capturen a 5.000 perros de zonas de alto riesgo y los trasladen a instalaciones seguras. Además, se ha establecido una línea telefónica para que los residentes reporten mordeduras, destacando que se registran aproximadamente 2.000 incidentes diarios en esta megaciudad de 27 millones de habitantes. La contundencia del tribunal se ha extendido a las advertencias a los activistas, indicando que cualquier interferencia con la retirada de los animales tendrá consecuencias legales severas. Esta postura ha generado enfrentamientos y arrestos durante manifestaciones, llevando a las autoridades a cuestionar la capacidad de los activistas para curar a las víctimas de la rabia.
\nLas cifras oficiales del gobierno indio reportan alrededor de 5.700 muertes anuales por rabia, aunque estimaciones de la Organización Mundial de la Salud elevan esta cifra a más de 20.000. Los expertos señalan que el virus es endémico en ciertas áreas de Delhi y que el acceso a vacunas post-exposición no siempre es inmediato. Solo entre enero y junio de este año, la capital registró más de 35.000 incidentes de mordeduras y 49 casos confirmados de rabia, subrayando la urgencia de la situación. El presidente del Tribunal Supremo, J. B. Pardiwala, ha declarado que la seguridad de los niños y ancianos al transitar por las calles debe ser primordial.
\nLa ministra principal de Delhi, Rekha Gupta, ha expresado que la población está agotada por el problema de los perros callejeros y ha prometido implementar las directrices del tribunal. Sin embargo, las organizaciones animalistas como Humane World for Animals India y PETA critican la medida, argumentando que la reubicación solo desplaza el problema y que las estrategias de control de natalidad son científicamente más efectivas y humanas. Alokparna Sengupta, de Humane World, y la veterinaria Mini Aravindan, de PETA, enfatizan que la esterilización masiva es la solución a largo plazo y que la construcción de suficientes refugios para todos los perros es inviable, además de generar sufrimiento en la comunidad canina y en los ciudadanos que los cuidan.
\nEn definitiva, la situación de los perros callejeros en Nueva Delhi es un reflejo de una compleja interacción entre la vida urbana, la salud pública y el bienestar animal. La decisión judicial ha puesto en marcha un plan de acción que busca mitigar la amenaza de la rabia y mejorar la seguridad ciudadana, aunque ha desatado un intenso debate sobre la ética y la eficacia de las medidas propuestas. La búsqueda de una solución duradera y humana sigue siendo un desafío crucial para esta densamente poblada metrópolis.