La investigación llevada a cabo por la Unidad Central Operativa (UCO) ha determinado que no existen datos significativos dentro de la información proporcionada por WhatsApp y Google relacionada con el fiscal general del Estado. Aunque se esperaba obtener elementos clave, los análisis efectuados revelaron que tanto los correos como los mensajes obtenidos carecen de relevancia para el caso bajo estudio.

El juez instructor, Ángel Hurtado, levantó el secreto de las piezas separadas destinadas al análisis de esta información, destacando que ni Irlanda ni Estados Unidos ofrecieron datos inéditos o cruciales para esclarecer la presunta filtración de secretos atribuida al fiscal general.

Análisis de Información Digital Proporcionada por Google

Los resultados de la evaluación de los datos entregados por Google indican una falta de correspondencia con los hechos investigados. En lugar de nuevos descubrimientos, los documentos obtenidos refuerzan información ya conocida por la UCO.

En detalle, Google facilitó un archivo PDF conteniendo certificaciones técnicas junto con varias carpetas digitales. Una de estas incluía códigos HASH sin relevancia procesal, mientras que otra almacenaba 159 correos electrónicos asociados a la cuenta personal del fiscal general. Sin embargo, solo uno de estos correos estaba vinculado al caso, siendo precisamente aquel previamente identificado por la Guardia Civil durante sus investigaciones previas.

Resultados del Análisis de Datos Provenientes de WhatsApp

Las expectativas puestas en la recuperación de mensajes a través de WhatsApp también resultaron infructuosas. La UCO confirmó que no fue posible rescatar comunicaciones útiles desde ninguno de los dispositivos móviles analizados.

En particular, uno de los teléfonos del fiscal general no contenía mensajes relevantes, mientras que el otro dispositivo nunca estuvo vinculado a una cuenta activa de WhatsApp. Este hallazgo coincide con las declaraciones previas del propio García Ortiz, quien reconoció haber cambiado de terminal recientemente. Las autoridades estadounidenses corroboraron este cambio, cerrando así cualquier posibilidad de encontrar evidencias adicionales en este frente tecnológico.