Un capítulo clave en el caso que investiga al fiscal general del Estado, Álvaro García Ortiz, ha culminado con un informe revelador por parte de la Unidad Central Operativa (UCO) de la Guardia Civil. Tras analizar información proporcionada por WhatsApp y Google, requerida por el Tribunal Supremo, se determinó que no existe material relevante vinculado a las acusaciones contra García Ortiz. Este hallazgo llevó al juez instructor, Ángel Hurtado, a cerrar las piezas separadas destinadas a revisar correos electrónicos y chats relacionados con el caso.
El contexto de esta investigación se remonta a octubre pasado, cuando la Guardia Civil confiscó dispositivos del fiscal general durante un registro en su oficina. En ese momento, los expertos forenses no lograron recuperar mensajes significativos que pudieran incriminarlo en la supuesta filtración de secretos sobre Alberto González Amador, pareja de Isabel Díaz Ayuso, presidenta de la Comunidad de Madrid. Ante este obstáculo, el magistrado solicitó asistencia judicial internacional a Irlanda y Estados Unidos, donde tienen sede estas empresas tecnológicas.
En respuesta a dichas peticiones, Google entregó un archivo PDF conteniendo certificaciones técnicas y códigos hash, junto con carpetas adicionales. Sin embargo, según destacaron los agentes de la UCO, entre los 159 correos identificados solo uno estaba relacionado con el caso, pero ya había sido previamente obtenido por las autoridades. Por otro lado, los datos suministrados por WhatsApp también resultaron inservibles para avanzar en la investigación, ya que carecían de contenido inédito o relevante.
Este desarrollo marca un punto crucial en el proceso legal, subrayando la falta de pruebas concluyentes en medios digitales. La decisión de cerrar las piezas separadas demuestra una postura cautelosa por parte del juzgado, priorizando evidencias sólidas antes de proseguir con acciones más amplias. A pesar de los esfuerzos realizados tanto nacional como internacionalmente, la ausencia de nuevos elementos probatorios deja abiertas importantes preguntas sobre el futuro del caso.
Concluidas las evaluaciones técnicas y legales, queda patente que la búsqueda de pistas digitales no arrojó frutos en este escenario particular. Este resultado podría influir significativamente en cómo continúan las investigaciones futuras, reorientando la atención hacia otros posibles frentes de recolección de evidencias. El interés público seguirá centrado en cómo evoluciona este complejo entramado judicial, mientras tanto, la imparcialidad y rigor del sistema judicial permanecen bajo escrutinio.