La justicia ha puesto su mirada en el círculo más íntimo del presidente Pedro Sánchez. Una reciente investigación ha sido lanzada, centrándose en Francisco Salazar, un exasesor de gran confianza para el presidente. Se busca esclarecer si hubo malversación y tráfico de influencias, lo que añade una capa de complejidad a una serie de desafíos legales que ya enfrentan figuras cercanas al mandatario.
En un movimiento reciente, una magistrada de la Sección Civil y de Instrucción del Tribunal de Instancia 7 de Dos Hermanas, Sevilla, ha dictado una orden crucial. La juez María del Valle Rivera ha encomendado a la Guardia Civil la tarea de investigar a Francisco Salazar, conocido popularmente como Paco Salazar, quien hasta hace poco ejercía como asesor principal del presidente Pedro Sánchez. La investigación se centra en la posible comisión de delitos de malversación, tráfico de influencias y prevaricación. Se busca determinar si Salazar, mientras percibía un sueldo del Ayuntamiento de Dos Hermanas entre los años 2013 y 2017, simultáneamente prestaba servicios para el Partido Socialista Obrero Español (PSOE) y Pedro Sánchez, sin cumplir con sus obligaciones en el consistorio. Durante este periodo, se alega que Salazar, con un salario mensual de 2.000 euros, no asistía a su puesto de trabajo en el ayuntamiento, sino que se dedicaba a actividades en la sede del PSOE en Madrid y, posteriormente, en la Presidencia del Gobierno. Este caso surge a raíz de una querella presentada por el partido Vox, que aunque no aportó documentación directa, logró que la magistrada considerara pertinente una investigación exhaustiva. Además, la orden judicial incluye la investigación al exalcalde de Dos Hermanas, Francisco Toscano, reconocido por su apoyo fundamental a Sánchez en momentos clave de su carrera política. Se ha establecido una fianza de 3.000 euros para Vox en relación con esta querella. El exalcalde Toscano ha expresado su total tranquilidad frente a la investigación, defendiendo la legalidad de la contratación de Salazar y asegurando que su colaboración con el PSOE siempre se realizó en periodos de permiso o vacaciones, con la documentación correspondiente que lo justifica. Esta situación aumenta la presión sobre el presidente y su entorno, ya bajo escrutinio por otras investigaciones que involucran a su esposa, hermano y otros colaboradores.
Este episodio nos invita a reflexionar sobre la transparencia y la rendición de cuentas en la esfera pública. Es fundamental que las instituciones operen con la máxima claridad, y que cualquier indicio de irregularidad sea investigado a fondo. La confianza ciudadana en la política y sus representantes depende directamente de la integridad de quienes la ejercen. Como sociedad, debemos exigir que se establezcan mecanismos robustos para prevenir y sancionar la corrupción, garantizando que el servicio público se ejerza con la más alta ética y dedicación exclusiva al bienestar colectivo.