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Jamling Norgay: Un Legado en el Techo del Mundo y los Desafíos del Everest
2025-06-24

Esta narrativa explora la travesía de Jamling Tenzing Norgay al Everest, desvelando no solo los desafíos físicos inherentes a la alta montaña, sino también una profunda introspección sobre el legado de su progenitor, Tenzing Norgay, la primera persona en alcanzar la cumbre junto a Edmund Hillary. A través de sus vivencias, se aborda la compleja relación entre la humanidad y la naturaleza, la comercialización creciente de la montaña y la inherente espiritualidad que envuelve a los sherpas y sus tradiciones, al tiempo que se reflexiona sobre los trágicos eventos de 1996 y la evolución del montañismo en el Everest.

Jamling Tenzing Norgay, el hijo del pionero Tenzing Norgay, compartió detalles íntimos de su ascenso al Everest en 1996, una expedición que se convirtió en el eje central de su libro 'Más cerca de mi padre'. Su relato desvela los momentos críticos que enfrentó, como un inesperado malestar gastrointestinal a 8.000 metros de altitud. Este percance, aparentemente menor, pudo haber comprometido su intento de cumbre, ya que a esas alturas, cualquier complicación física puede ser fatal debido a las extremas condiciones de frío y la falta de oxígeno. La experiencia, aunque adversa, le brindó una perspectiva profunda sobre la resiliencia humana y la dura realidad de la escalada en el Himalaya.

La obra de Jamling, reeditada recientemente, no solo narra su propia aventura, sino que también sirve como un puente hacia la comprensión de su padre. A través de la escalada, Jamling buscó conectar con el espíritu de Tenzing, quien siempre priorizó el bienestar de su familia por encima de la fama. La montaña, para los sherpas, es una entidad sagrada, y su ascenso es visto como un peregrinaje espiritual. Jamling subraya la vasta diferencia entre las expediciones de antaño y las actuales, destacando cómo los avances tecnológicos han simplificado ciertos aspectos, aunque la esencia del desafío y el respeto a la montaña perduran.

El año de su ascenso, 1996, es tristemente recordado por una de las peores tragedias en la historia del Everest, donde ocho montañistas perdieron la vida. Jamling y su equipo se vieron inmersos en las labores de rescate, presenciando de primera mano la brutalidad de la montaña y la fragilidad de la vida humana en tales condiciones. A pesar de la tragedia, Jamling enfatiza que la montaña no enseñó una lección de precaución, sino que, de manera paradójica, atrajo aún a más escaladores. Esta situación ha llevado a una creciente comercialización del Everest, con la llegada de montañistas menos experimentados, lo que ha generado preocupaciones sobre la seguridad y el impacto ambiental.

En la actualidad, se discuten medidas para regular el acceso al Everest, como la exigencia de experiencia previa en montañas de 7.000 metros y el aumento de las tarifas de permiso, buscando mitigar la masificación y preservar la integridad de este icónico lugar. Jamling no tiene planes de regresar, considerando que su viaje ya ha cumplido su propósito, encontrando la paz y la conexión con el legado de su padre en las cumbres más altas. Su experiencia en el Everest no fue solo una hazaña deportiva, sino un profundo viaje de autodescubrimiento y conexión familiar.

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