El popular chatbot de inteligencia artificial, ChatGPT, creado por OpenAI, se ha convertido en una herramienta cotidiana para resolver dudas e informarse. Sin embargo, la Organización de Consumidores y Usuarios (OCU) alerta sobre el uso de datos personales que los usuarios comparten en sus conversaciones con esta IA. Aunque es posible limitar este uso mediante ajustes específicos, ciertos datos seguirán siendo recopilados por razones operativas y legales. Además, las regulaciones europeas prohíben prácticas como la manipulación o clasificación indebida de personas.

Configuración de la Privacidad en ChatGPT

Los usuarios tienen opciones para mejorar su privacidad al interactuar con ChatGPT. Una de ellas implica desactivar un ajuste específico en la configuración del perfil que previene el uso de conversaciones para entrenar modelos de IA.

Para proteger mejor tu información personal, es necesario acceder a Configuración desde la cuenta de ChatGPT y dirigirse a Controles de datos. Al desactivar la opción "Mejorar el modelo para todos", tus interacciones dejarán de contribuir al aprendizaje de la IA. Esto se aplica independientemente del dispositivo desde donde te conectes. También puedes optar por usar chats temporales, que eliminan automáticamente después de 30 días y no son revisados excepto en casos de abuso.

Aunque estas medidas fortalecen la protección de tus datos, no ofrecen una seguridad absoluta. La versión gratuita y pagada aún recopilan cierta información operativa y técnica. Solo los entornos empresariales garantizan plena confidencialidad contractualmente.

Limitaciones y Normativas de Privacidad

Incluso con estas precauciones, la privacidad no está completamente asegurada. OpenAI continúa recolectando datos necesarios para operaciones básicas, cumplimiento legal y seguridad. Estos incluyen detalles de cuenta, patrones de uso, metadatos técnicos y sesiones, además de requisitos regulatorios como el GDPR o CCPA.

Desde febrero, la Unión Europea estableció prohibiciones importantes sobre el manejo de IA. No se permite explotar vulnerabilidades de usuarios según edad, discapacidad o estatus socioeconómico, ni realizar clasificaciones basadas en comportamiento social o características individuales. Además, queda prohibido deducir atributos sensibles como raza, religión u orientación sexual, así como emplear reconocimiento facial masivo sin justificación médica o de seguridad. Tampoco se permite el reconocimiento biométrico en tiempo real en espacios públicos salvo en circunstancias excepcionales como ataques terroristas.