En España, el helado artesanal ha trascendido la categoría de simple postre veraniego para convertirse en una auténtica delicia gastronómica. Con el auge de establecimientos que priorizan la calidad de los ingredientes, las técnicas tradicionales y la innovación en los sabores, el panorama heladero nacional vive un momento dorado. Este fascinante viaje por las heladerías más notables del país revela un compromiso con la excelencia y la creatividad, ofreciendo opciones para todos los paladares, desde los más clásicos hasta los más aventureros, y satisfaciendo diversas necesidades dietéticas.
La ruta propuesta abarca diversos puntos de la geografía española, destacando la singularidad de cada propuesta. En Madrid, heladerías como Töto Ice Cream, Mamá Elba, Mistura Ice Cream, Maison Glacée, MYKA, La Dolce Fina y Bibì e Bibò demuestran la vibrante escena de la capital. Cada una con su sello distintivo, desde paletas innovadoras y helados con influencias argentinas, hasta opciones ecológicas, sin gluten y veganas, y las famosas creaciones “a la plancha”. Fuera de Madrid, Hijas de Nata en Barcelona, Cassata en Alicante, Heladería dellaSera en Logroño y Rocambolesc en Girona, ofrecen una perspectiva igualmente rica, con productos de proximidad, sabores premiados y propuestas inspiradas en el yogur griego y el cacao de origen. Todas estas heladerías comparten un denominador común: la búsqueda de un producto superior que celebra el arte de hacer helado.
El panorama heladero español está marcado por una notable fusión entre la tradición y la experimentación culinaria. Las heladerías artesanales se esmeran en ofrecer experiencias únicas, recuperando recetas ancestrales y adaptándolas con toques contemporáneos. Esto se traduce en una diversidad de sabores que va más allá de los clásicos, incluyendo opciones veganas, sin gluten y sin azúcares añadidos. La calidad de los ingredientes, a menudo de origen local y ecológico, es un pilar fundamental en la filosofía de estos establecimientos, asegurando una experiencia gustativa auténtica y memorable para el consumidor.
Este compromiso con la calidad se manifiesta en cada detalle. Töto Ice Cream, por ejemplo, honra una tradición familiar argentina utilizando leche ecológica y técnicas artesanales, mientras que Mamá Elba apuesta por la pureza de sus ingredientes con opciones orgánicas y aptas para dietas especiales. Mistura Ice Cream sorprende con su innovadora técnica de “helado a la plancha”, que permite personalizar cada creación con una variedad de toppings. Maison Glacée destaca por sus cucuruchos caseros y sus helados gourmet, como el pistacho & amarena. MYKA trae el auténtico yogur griego en formato helado, y La Dolce Fina se enorgullece de sus ingredientes importados directamente de Italia. Por su parte, Bibì e Bibò utiliza lácteos de la sierra madrileña y frutos secos italianos, ofreciendo mezclas creativas como el Spritz de fresa. Todos ellos contribuyen a un mercado dinámico donde cada heladería busca diferenciarse a través de la autenticidad y la excelencia en su oferta.
El disfrute del helado artesanal en España no se limita a una única región, sino que se extiende por diversas ciudades, cada una con propuestas únicas que reflejan la riqueza gastronómica local. Este recorrido nos lleva desde la vibrante capital, Madrid, hasta la cosmopolita Barcelona, pasando por el encanto de Logroño, la tradición de Alicante y la creatividad de Girona. Cada parada ofrece una perspectiva distinta del helado, invitando a los amantes de este postre a explorar la diversidad de sabores y texturas que el país tiene para ofrecer.
En Madrid, heladerías como Töto Ice Cream y Mamá Elba destacan por su elaboración diaria y el uso de productos naturales y de proximidad, con opciones para todos los gustos, incluyendo alternativas veganas. Mistura Ice Cream y Maison Glacée innovan con sus métodos de preparación y la calidad de sus ingredientes, mientras que MYKA ofrece una experiencia griega auténtica con su helado de yogur. La Dolce Fina y Bibì e Bibò aportan la tradición italiana con un enfoque en ingredientes de alta calidad y recetas premiadas. Fuera de la capital, Hijos de Nata en Barcelona se enfoca en la pureza del producto con frutas frescas y procesos lentos. Cassata, con sus orígenes en Alicante, presenta helados bajos en grasa y con alto contenido proteico. En Logroño, Heladería dellaSera, galardonada internacionalmente, sorprende con combinaciones evocadoras. Finalmente, Rocambolesc en Girona, liderada por el reconocido Jordi Roca, convierte el helado en una obra de arte. La reciente apertura de COLOSSO en Madrid añade otra opción a esta deliciosa ruta, consolidando el helado artesanal como un elemento esencial de la cultura gastronómica española.