Las llamas habían destruido cada rama y cada bola del árbol, pero la humanidad no se rindió. Cada uno aportó lo que podía: un faro de moto, un neón de un negocio, un flexo. Todo se unió para crear algo más grande que la tragedia.
El joven que había observado la tragedia con cierta apatía se convirtió en el líder de la restauración. Armado con cables y alargadores, salió a la calle como un guerrero y comenzó a trabajar con determinación. Otros jóvenes se unieron a él, y juntos brillaron la esperanza.
Una niña cuelga sus zapatillas luminosas, representando la esperanza de los niños. Una joven deja encendido su móvil, mostrando su compromiso. Y el joven que había hecho posible la magia se reunía con su madre orgullosa, mostrando que juntos podían superar cualquier cosa.
Esta historia no es solo sobre un árbol de Navidad, sino sobre la fuerza de la unión y la solidaridad. En la cara de la tragedia, la gente se unió y mostró que es posible superar cualquier desafío.
La división de Comunicación y RR.EE. de Mediaset España tuvo la idea de esta campaña, y trabajaron con la agencia LLYC y los directores Rafa Antón y Julio Alonso Caballero. LLYC, una firma líder en Marketing y Corporate Affairs, llevó la campaña a cabo de manera excepcional.
Esta historia es un ejemplo de cómo podemos hacer algo positivo en la cara de la adversidad. Junto podemos superar cualquier cosa y recobrar la esperanza.