Un sondeo realizado por el Centro de Investigaciones Sociológicas (CIS) revela que una mayoría significativa de los ciudadanos españoles percibió falta de información durante un reciente apagón eléctrico. Según este estudio, más de la mitad de los encuestados consideraron insuficiente la comunicación gubernamental, mientras que cerca de un tercio la juzgó adecuada. Entre las demandas más recurrentes destacan mayor claridad sobre las causas del incidente, tiempos de restablecimiento y rapidez en las comparecencias oficiales. Por otro lado, los medios de radio emergieron como fuente clave para mantener informada a la población durante la contingencia.
El apagón ocurrido el pasado lunes dejó profundas huellas en la sociedad española, generando una amplia gama de reacciones. De acuerdo con los resultados de la encuesta flash llevada a cabo por el CIS, un 59,6% de los participantes manifestaron insatisfacción con respecto a la transparencia del gobierno. Este sentimiento se centró principalmente en la percepción de falta de detalles acerca de las razones detrás del corte masivo y los planes para restablecer el servicio eléctrico. Pedro Sánchez, presidente del país, ofreció explicaciones públicas pasadas las 18 horas, lo cual fue criticado por muchos como tardío.
Entre quienes solicitaron mejor comunicación oficial, destaca un 38,4% interesado en conocer las causas fundamentales del colapso energético. Otro segmento significativo (26,3%) expresó preocupación por no recibir suficiente información sobre cuándo retornaría el suministro eléctrico, afectando su capacidad para planificar actividades cotidianas. Además, un 24,1% señaló la necesidad de mayor prontitud en las declaraciones oficiales. En contraste, casi nueve de cada diez ciudadanos valoraron positivamente el papel desempeñado por las emisoras de radio, particularmente Radio Nacional, Cadena SER y COPE, como fuentes confiables de actualización durante la crisis.
En cuanto al impacto directo del apagón, un 52,4% de los encuestados afirmaron haberse visto considerablemente afectados, con la falta de electricidad en sus hogares ocupando el primer lugar entre las principales incomodidades reportadas. Las tareas domésticas esenciales como cocinar y conservar alimentos frescos fueron altamente comprometidas debido a esta situación. Asimismo, la interrupción en los servicios de comunicación móvil e internet también representaron importantes inconvenientes para un número considerable de personas.
Por otra parte, el estudio arrojó luz sobre aspectos psicológicos relacionados con la experiencia. Aunque la mayoría de los ciudadanos aseguraron no haber sentido temor, aproximadamente un 21,5% reconocieron haberlo experimentado, siendo las mujeres y los jóvenes los grupos demográficos más vulnerables emocionalmente. Paralelamente, surgió una creciente conciencia sobre la importancia de prepararse ante futuros eventos similares, con un 53,5% mencionando haber pensado en adquirir kits de emergencia recomendados por organismos internacionales.
Finalmente, cuando se trata de las posibles causas del apagón, opiniones divididas emergen entre accidente técnico y acto deliberado. Sin embargo, existe un consenso generalizado sobre la urgencia de modernizar la infraestructura eléctrica nacional para prevenir futuras interrupciones. Los gobiernos de España y Portugal han iniciado colaboraciones conjuntas mediante la creación de equipos especializados destinados a investigar minuciosamente las circunstancias exactas del incidente, garantizando así una respuesta coordinada y transparente hacia Europa.