En un ámbito tradicionalmente dominado por hombres, seis fotógrafas de moda españolas están abriendo nuevas sendas y aportando una visión fresca y singular. A pesar de los desafíos económicos que enfrentan, especialmente en la fotografía editorial, donde la remuneración es escasa o inexistente, estas creadoras demuestran una inquebrantable vocación por su oficio. Su labor en publicidad les permite sostener sus proyectos artísticos más personales, explorando así su pasión por la creación y su perspectiva única. El reportaje destaca la relevancia de una 'mirada femenina' en la fotografía, que busca la sensibilidad y la intimidad en sus representaciones, en contraste con las aproximaciones más estereotipadas.
La industria de la moda, en su componente visual, ha sido históricamente un terreno masculino. Sin embargo, profesionales como Noah Pharrell, originaria de Asturias y con 32 años, están transformando esta realidad. Su camino en la fotografía comenzó inspirada por una portada de Xema Yeste en 2013. A pesar de haber estudiado un máster en Fotografía de Moda, su verdadera formación se consolidó trabajando directamente con agencias de modelos. Noah invierte gran parte de sus ingresos publicitarios en proyectos experimentales y personales. Ella afirma la existencia de una sensibilidad femenina en la fotografía y se considera incapaz de sexualizar a la mujer en su obra, incluso si lo intentara.
Alba García, también asturiana y de 29 años, ha mostrado un talento precoz, con su primera exposición a los 16 años. Aunque realiza fotografía de moda, su trabajo va más allá, fusionando la fotografía con la pintura, la escritura y el vídeo. Además, se involucra en proyectos sociales, como una asociación sin ánimo de lucro que utiliza la fotografía móvil para la gestión emocional y creativa. García ilustra la precariedad del sector editorial con su experiencia: una de sus fotos fue portada de Vogue Portugal, un logro significativo, sin embargo, no recibió ninguna compensación económica por ello.
Noelia Benito, una fotógrafa madrileña de 27 años, combina su empleo en una agencia de modelos con trabajos publicitarios y encargos puntuales. Su formación inicial en Bellas Artes le inculcó una apreciación por el dibujo y la pintura, lo que la llevó a la fotografía analógica y al revelado. Después de un máster en Fotografía de Moda y Comunicación, se integró en agencias. Benito enfatiza la composición en sus obras y tiene un interés particular en la fusión de la fotografía de moda con la documental. A pesar de las limitaciones creativas en la publicidad, ella siempre encuentra la manera de introducir su visión artística, aspirando a dedicar más tiempo a la fotografía editorial por su mayor libertad creativa.
Laura Martinova, con base entre Barcelona y Berlín, se adentró en la fotografía de moda hace un lustro, después de una carrera de siete años en dirección de publicidad y producción audiovisual. Ella encontró en la fotografía una vía más sencilla para la expresión creativa en comparación con el vídeo. Martinova reconoce los desafíos y la competitividad del sector de la moda, pero valora su aspecto creativo y la diversidad de colaboraciones que ofrece. Ella cree firmemente en la 'mirada femenina' en la fotografía, definida no por el género, sino por una sensibilidad particular que busca una conexión más íntima con los sujetos.
Finalmente, Núria Estremera, cuya incursión en la fotografía se dio a través de Bellas Artes, trabaja actualmente en el sector del retail, realizando fotografía de producto y campañas, al tiempo que desarrolla proyectos personales de carácter artístico. Para ella, la fotografía de moda se entrelaza con el feminismo, sirviendo como una herramienta de expresión personal para explorar identidades. Estremera enfatiza la importancia de una 'mirada personal' en lugar de simplemente 'femenina', ya que la experiencia individual moldea la forma de retratar. Ella es consciente de cómo la mirada masculina ha influido históricamente en la representación femenina y busca activamente un lenguaje visual que se despoje de esas convenciones para reflejar una autenticidad más profunda.
Estas fotógrafas, a través de su dedicación y creatividad, están redefiniendo el paisaje de la fotografía de moda en España, aportando una perspectiva que enriquece y humaniza la representación de la belleza y la identidad en un campo que ansía nuevas narrativas y voces. Su compromiso con la expresión artística, incluso frente a las adversidades del mercado, demuestra su importancia fundamental en la evolución de la imagen de la moda.