Santi Mill\u00e1n, la voz detr\u00e1s del Se\u00f1or Tibur\u00f3n en 'Los tipos malos 2', se aventura en una discusi\u00f3n sobre la naturaleza de la maldad y la bondad, argumentando que estas cualidades son subjetivas y dependen de la mirada del observador. Se considera una persona \u00edntegra, reconociendo que, incluso los personajes m\u00e1s perversos, a menudo act\u00faan bajo la convicci\u00f3n de estar haciendo lo correcto. Esta reflexi\u00f3n se extiende a la percepci\u00f3n p\u00fablica, donde los prejuicios pueden moldear la imagen de individuos y personajes, oblig\u00e1ndolos a luchar contra lo que la sociedad espera de ellos.
El actor explora las complejidades de insuflar vida a un personaje a trav\u00e9s de la voz en el doblaje. Destaca la libertad creativa que esta labor ofrece, permitiendo encarnar una amplia gama de seres, desde animales hasta objetos inanimados. Sin embargo, tambi\u00e9n se\u00f1ala la limitaci\u00f3n en la capacidad de aportar al personaje, ya que gran parte de su concepci\u00f3n ya viene definida. Esta dualidad presenta tanto ventajas como retos para el int\u00e9rprete.
Mill\u00e1n reflexiona sobre el impacto de '7 vidas', equipar\u00e1ndola con el fen\u00f3meno global de 'Friends'. La considera un hito en la comedia televisiva espa\u00f1ola, un referente que marc\u00f3 a toda una generaci\u00f3n. La serie no solo fue un \u00e9xito de audiencia, sino que tambi\u00e9n consolid\u00f3 un estilo de comedia que perdura en la memoria colectiva, demostrando su relevancia cultural m\u00e1s all\u00e1 de su emisi\u00f3n.
A pesar de acercarse a los 60 a\u00f1os, Santi Mill\u00e1n subraya que la edad es m\u00e1s una percepci\u00f3n externa que una realidad interna. Se siente tan en\u00e9rgico como a los 35, enfatizando la importancia de cuidarse f\u00edsicamente para mitigar los efectos del envejecimiento. No se trata solo de la apariencia, sino de mantener la funcionalidad del cuerpo, compar\u00e1ndolo con un coche que necesita mantenimiento para seguir rodando. Los a\u00f1os, seg\u00fan \u00e9l, traen consigo la experiencia de cometer errores y la sabidur\u00eda de no repetirlos, transformando los tropiezos en aprendizajes valiosos.
El presentador aborda los cambios en el panorama medi\u00e1tico, especialmente la competencia con el streaming y la constante generaci\u00f3n de contenido. Reconoce la necesidad de adaptarse a un campo de batalla en constante evoluci\u00f3n, donde la inacci\u00f3n es un lujo que no se puede permitir. Tambi\u00e9n expresa su satisfacci\u00f3n al participar en programas de talentos, donde la libertad creativa es mayor y la interacci\u00f3n con el p\u00fablico es directa y gratificante. Mill\u00e1n disfruta de la espontaneidad y la conexi\u00f3n humana que estos formatos ofrecen.
Santi Mill\u00e1n concluye sus reflexiones afirmando que no se arrepiente de sus decisiones pasadas, ya que en su momento fueron las que consider\u00f3 adecuadas. Afronta el futuro con una perspectiva abierta, sin aferrarse a la idea de la jubilaci\u00f3n en un momento determinado. Cree que la decisi\u00f3n de retirarse la tomar\u00e1n otros, mientras \u00e9l sigue disfrutando del presente y de las oportunidades que la vida le presenta. Su visi\u00f3n es la de un artista en constante movimiento, siempre dispuesto a explorar nuevos caminos y a seguir aprendiendo de cada experiencia.