La reconocida cantante Vanesa Martín ha presentado su más reciente trabajo discográfico, 'Casa Mía', un álbum que simboliza una profunda reconexión con sus raíces artísticas y personales. Esta producción emerge como un testimonio de su búsqueda de libertad creativa, alejada de las presiones de la industria musical contemporánea. El disco refleja una madurez en su propuesta, donde fusiona influencias musicales que la han acompañado desde su infancia, abarcando desde melodías tradicionales españolas hasta ritmos latinos como la cumbia y el son cubano. Este proyecto, que ha alcanzado el número uno en ventas de vinilos, es el resultado de un período de introspección y cambios significativos en su vida profesional y personal, que le permitieron reencontrarse con su verdadera esencia y ofrecer una obra totalmente honesta y sin ataduras.
Martín, quien inició su trayectoria en un panorama musical dominado por fenómenos como 'Operación Triunfo', se mantuvo fiel a su estilo, cultivando su arte en pequeñas salas hasta consolidar una carrera con nueve álbumes de estudio. En 'Casa Mía', la artista ha optado por una producción despojada de las tendencias actuales, priorizando la calidad y el sentimiento sobre la inmediatez impuesta por el mercado. Esta decisión, aunque desafiante, le ha permitido explorar nuevas sonoridades y colaborar con figuras de la talla de Joaquín Sabina, quien participa en el tema 'No nos supimos querer'. La libertad en este nuevo trabajo es palpable, un reflejo de su proceso de cambio, que incluyó la renovación de su equipo musical y el cambio de sello discográfico en busca de una mayor alineación con su visión artística.
La malagueña ha sido siempre una defensora de la autenticidad y la honestidad en su arte. Reconoce la velocidad frenética de la industria actual, donde la prisa por producir y la dependencia de los algoritmos pueden opacar la esencia de la música. Esta situación la llevó a solicitar un parón a su equipo el año anterior, necesario para 'reposar' sus composiciones y evitar sentirse 'asfixiada' por las exigencias del mercado. En su búsqueda de un entorno más propicio para su creatividad, tomó decisiones difíciles, como prescindir de parte de su banda, un paso que, aunque doloroso, fue crucial para su bienestar artístico y personal, ya que sentía que las energías no fluían como debían.
Además de los desafíos profesionales, Vanesa Martín aborda temas sociales y personales con franqueza. Se posiciona como feminista, reivindicando la igualdad de oportunidades y la valoración del talento por encima del género. Rechaza la sexualización de la imagen en la industria y critica la presión que a menudo se ejerce sobre las artistas femeninas para ajustarse a ciertos cánones. También reflexiona sobre la evolución de las letras en géneros como el reguetón, reconociendo el avance de artistas femeninas que han impulsado mensajes más respetuosos, aunque señala la necesidad de una mayor regulación en el contenido explícito para proteger a los oyentes más jóvenes. En cuanto a la sexualidad y las relaciones, defiende la libertad individual y el respeto a las diversas formas de amar, sin necesidad de etiquetas restrictivas.
La artista valora la naturalidad con la que las nuevas generaciones abordan la sexualidad, contrastando con las ataduras y prejuicios que aún persisten en otras edades. Para Vanesa, el amor y la conexión humana trascienden cualquier categorización. Finalmente, confiesa que uno de los momentos más difíciles de su vida ha sido la sensación de incertidumbre y frustración al percibir que, debido a su intensa carrera, se perdía aspectos importantes de la vida de sus padres a medida que envejecían. Esta reflexión resalta la constante búsqueda de equilibrio entre su pasión por la música y su vida personal, consolidando su trayectoria como un camino de crecimiento constante y afirmación de su propia identidad.